El primer hotel de la plaza Mayor de Cáceres está casi a punto. La Fundación Fernando Valhondo Calaff ultima las obras de rehabilitación del edificio ubicado en la esquina de la calle General Ezponda que podrá recibir sus primeros huéspedes en mayo. A finales de abril, según las últimas previsiones, está fijada la conclusión de los trabajos.

"Es un paso importante y eficaz para la ciudad", valoró ayer la alcaldesa, Carmen Heras. Con 38 habitaciones (36 dobles y dos individuales) y una inversión cercana a los 2,5 millones de euros, este hotel de tres estrellas permitirá la creación de entre 16 y 20 puestos de trabajo.

La fundación abrió ayer las puertas del edificio aún en obras a los medios de comunicación y a los miembros de su patronato, entre ellos la alcaldesa, para dar a conocer la evolución de los trabajos. El hotel ha supuesto la inversión más importante de los últimos años de la fundación (El coste roza los 2,5 millones de euros --600.000 euros aportados por la empresa que lo explotará--) y también la que le generará mayor volumen de ingresos: unos 90.000 euros al año.

EL TESORO DE LA FUNDACION "Va a ser la joya de la fundación y una inversión rentable", aseguró el presidente del patronato, el subdelegado del Gobierno, Fernando Solís. Pero no solo será la joya de esta institución, sino que se espera que sirva de empuje para la recuperación de su entorno, hoy muy degradado.

El arquitecto autor del proyecto de rehabilitación, el cacereño Eleuterio Sánchez-Vaca, destacó ayer la labor de investigación que se ha llevado a cabo para recuperar "la autenticidad" de la que fuera casa de la familia Valhondo y hoy propiedad de la fundación de carácter social creada con su patrimonio.

Precisamente ese "esfuerzo" por recuperar la imagen original ha obligado a retrasar la apertura del hotel, prevista inicialmente para Semana Santa. La fachada, la escalera central, las bóvedas y dos aljibes hallados en la planta baja son los elementos de mayor interés.

De hecho, por ejemplo, la fachada mostrará el aspecto más parecido al que tenía a finales del siglo XIX en que se levantó, en un estilo neoclásico ecléctico, y que ya puede contemplarse en el lateral que asoma a General Ezponda. A partir de unas fotos antiguas de la casa halladas en la librería Boxoyo por el constructor Jesús Peloche, responsable de Antaño Construcciones que ejecuta las obras, se ha rescatado el color y los materiales de aquella época.

También se restaura la escalera, de un trazado espléndido, "propio de los palacios renacentistas", explicó Sánchez-Vaca, donde se recuperarán algunas de las pinturas murales, en las que trabaja ya el equipo de la restauradora Fátima Gibello. En un único tramo de la escalera y el zaguán podrá verse el original, mientras que en el resto se reproducirán los motivos pictóricos. Asimismo, los huéspedes podrán contemplar los aljibes. El más grande se utilizará además como enoteca.

TAPERIA ABIERTA AL PUBLICO La entrada principal y recepción al hotel se hará por la plaza Mayor. El establecimiento no contará con restaurante, pero sí con cafetería y tapería abierta al público con doce mesas. En la visita programada de ayer, los responsables del hotel mostraron la habitación piloto, decorada con mobiliario funcional y contemporáneo. Todas las habitaciones contarán con ADSL y televisión digital. El precio del alojamiento oscilará entre los 70 y 110 euros, según temporadas. "Queremos sorprender con un excelente servicio a un precio competitivo", valoró Jesús Bravo, el empresario cacereño que explotará el establecimiento en concesión durante 30 años y quien lo dirigirá.

Lo que no tendrá competencia es su ubicación. Dos de las habitaciones abren sus balcones a una de las mejores postales de la ciudad: la torre de Bujaco y el Arco de la Estrella. El hotel se presentó en la reciente Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) con esa tarjeta de visita: un balcón a la ciudad monumental de Cáceres.