La bisabuela Tarsila Torres de Castro mandó construir la Casa Grande en 1910. Sus herederos, las familias Gutiérrez y Arias, se repartieron las dos alas del edificio y lo usaron como residencia durante años. En los 80 el edificio se vendió a la Uex, que primero lo utilizó como sede de la Escuela de Informática y luego albergó los servicios administrativos. Ahora, uno de los miembros de la antigua familia propietaria del inmueble, Domingo Valero, quiere hacer de la Casa Grande un hotel de alto standing con 96 habitaciones y un párking con capacidad para 400 vehículos al que se accedería por la calle Camino Llano. Tendría piscina, locales comerciales y crearía 50 puestos de trabajo.