El casco histórico de la ciudad, principal foco de atracción exterior y sustento económico, vive marginado, al menos en lo que a limpieza se refiere, según la asociación de vecinos del recinto. El colectivo denuncia una vez más la situación de "absoluto abandono" que sufre el barrio en esta materia y la carencia de medidas específicas y modernas para su mantenimiento.

En este sentido, exige que se incluya un plan integral y especial de limpieza y recogida selectiva de basuras para este entorno en la nueva contratación del servicio municipal, cuya adjudicación saldrá a concurso en breve tras expirar a finales del 2005 el contrato de 15 años que se ha tenido con la empresa Conyser.

"Existe una discriminación en esta zona en cuanto a la gestión de los residuos, sin buscar alternativas modernas que ya existen en otros cascos históricos de España", declara el presidente del colectivo vecinal, Luis García Marín.

MAS VIGILANCIA Este representante vecinal pone como ejemplo el pequeño municipio de Olmedo (Valladolid) donde en la parte vieja se han instalado contenedores enterrados con diferentes embocaduras para la recogida selectiva de residuos, algo de lo que carece absolutamente el recinto cacereño. "La pregunta es: ¿cuánto invierte el ayuntamiento en el mantenimiento de la ciudad monumental a pesar de que una gran parte de su economía depende de ella?", concluye García Marín.

Aparte de la mejora general que debe experimentar este servicio en la zona, a juicio del colectivo, éste reivindica alternativas al sistema de limpieza por riego de las calles y para eliminar los excrementos de las aves --se realiza actualmente una vez por semana--, el enterramiento de los contenedores --sólo existen dos puntos subterráneos (Santiago y Olmo)-- y la creación de ecopuntos para la recogida selectiva, la única zona de la ciudad que carece de ellos.

Igualmente, cree necesario un aumento de la presencia policial o, en este caso, de patrullas verdes, para reducir la incidencia de los excrementos de perros. "Las esquinas de algunos edificios están literalmente corrompidas por la orina de perros", denuncia el directivo vecinal.

PROXIMO ESTUDIO El director de Operaciones de Conyser, Jesús Morán, reconoce que es necesario un replanteamiento del servicio de limpieza en la parte antigua porque "requiere un tratamiento distinto" y algunas de las medidas empleadas "están defasadas". Aún así, aventura que el nuevo pliego de condiciones que prepara el ayuntamiento para adjudicar el servicio contemplará la realización de un estudio exhaustivo de la problemática en este entorno para corregir las deficiencias existentes.

En cuanto a la carencia generalizada de contenedores para el reciclaje, excepto de plásticos en algunos puntos de recogida, Jesús Morán argumenta que actualmente es imposible instalarlos puesto que no se puede llevar a cabo la recogida.

El motivo no es otro, según apuntó Morán, que el ancho de los vehículos encargados de recoger este tipo de material que impide el acceso a la mayoría de las calles. "Tenemos un camión especial, más estrecho, que realiza la recogida intramuros y, actualmente, es imposible tener otros para vaciar o retirar el material para reciclaje", asegura.

El soterrado de los contenedores es también bastante problemático. Su elevado coste no es el principal inconveniente, a juicio de este responsable de Conyser, sino la falta de concienciación de la mayoría de los industriales de la zona.

La embocadura de estos envases, bastante más reducida que en los contenedores convencionales, obliga a los locales que los usan a plegar cajas y cartones, algo que no realizan, por lo que al final acaban depositando la basura industrial en el exterior.

El ejemplo más claro de esta situación se ha dado en la plaza de la Concepción, donde los contenedores subterráneos se volvieron a instalar en superficie ante el "estercolero" --en palabras de Morán-- que formaba la basura depositada por los industriales.