Otoño es la época de los encuentros gastronómicos y los cocineros cacereños no quieren faltar a la mesa. Esta semana llega el turno de Torre de Sande, afamado restaurante del casco histórico que ayer presentó sus VI Jornadas de Caza. Y aunque la cinegética se remonta al origen de los orígenes, nada de rutina ni platos previsibles. El propietario, César Ráez, idea cada año varias fórmulas en los fogones y esta vez aportará dos novedades: técnica al vacío para marinar, conservar y hasta preparar muchos de los menús; y la cocina fusión, mezcla de productos autóctonos con formas de elaboración de otros países.

Las jornadas fueron presentadas ayer por la mayor parte de la tripulación de Torre de Sande: Honorio Baz, jefe de cocina, Angel Bravo, cocinero de primeros platos, José Antonio Pérez y Leticia Borda, reposteros, junto a Ráez, que prepara un libro de cinegética. Cada día, hasta el sábado, habrá un menú con seis platos. Hoy: aperitivo de caza; ensalada de queso fresco, membrillo, carpaccio de ciervo y aceite de moras; conejo con chocolate Tanzania y pastel de patatas al estragón; pato estofado con orejas de cerdo; solomillo de jabalí con ají de gallina y arroz salvaje inflado; y tres postres novedosos.

EL ANTIGUO POLIVALENTE

Viaje al pasado. Esto fue lo que hicieron el sábado casi un centenar de trabajadores del Centro de Educación Especial San Pedro de Alcántara, el primero de la región, cerrado en 1988. "Allí pasamos la mejor etapa laboral, por ello no nos importa venir desde todo el país para reunirnos de nuevo", señalaron. Maestros, educadores, operarios y administrativos compartieron una cena nostálgica en el hotel Alfonso IX.

Otro encuentro, esta vez de los maestros cacereños con motivo de su fiesta patronal. Los docentes acudieron ayer a una misa en Santa María y almorzaron en El Corregidor. Hoy, retorno al aula.