El Centro de formación de la Tropa cacereño inicia el año con sus mejores cifras. El acuartelamiento de Santa Ana recibió ayer a casi un millar de nuevos reclutas, la cifra más alta en una década. Deja atrás años de incertidumbre en los que Defensa planteó cerrar la base y recupera los números de casi hace diez años. La llegada de los nuevos alumnos se produjo a cuentagotas. Aunque tenían de plazo para presentarse hasta las 20 horas, la mayoría de los militares se habían incorporado antes del inicio de la tarde. Muchos acudieron acompañados de sus progenitores a los que despidieron, equipaje en mano, a la entrada de la base militar. Otros tantos aterrizaron en la ciudad en tren y en autobús.

La despedida de un alumno de su padre.

Para muchos esta era su primera visita a Cáceres, una ciudad en la que residirán durante el tiempo que se prolongue la formación en el centro militar. Con una mezcla de «nervios» e «ilusión» vivían ayer la experiencia Julián Domínguez (20 años, Madrid) y Manuel García (18 años, Galicia). Ambos se conocieron ayer en la hilera para presentarse antes de cruzar la entrada, se saludaron con un apretón de manos y se desearon fortuna para la nueva etapa. Curiosamente, gran parte de los reclutas que entrevistó este diario carecen de antecedentes militares en la familia. No era el caso de Iván Santiago (24 años, Galicia), que vive familiarizado con la vida castrense gracias a su padre Andrés, Guardia Civil. Los tres compartían la misma intención de «servir a la patria» de José Sánchez (24 años, Valencia), que aterrizó en su coche y como tantos otros, lucía ya su corte de pelo al cero para ahorrarse el paso previo a su entrada.

Todos ellos atravesaron la puerta de lo que se convertirá en su hogar durante casi cuatro meses. Recibirán formación militar y jurarán bandera el 10 de marzo. Ayer rubricaron los documentos para incorporarse a las Fuerzas armadas. Las condiciones mínimas para aprobar la formación militar básica pasan por superar la instrucción físico-militar, demostrar aptitud en ejercicios de tiro y marchas, y obtener una nota no inferior a cinco en el informe del alumno y en el conjunto de las materias teóricas y prácticas, según informa el Cefot cacereño en nota de prensa.

2.000 militares en un año // Los alumnos que se incorporaron ayer pertenecen al segundo ciclo de 2017 de Infantería (Ligera y Mecanizada) y de Caballería. Por otra parte, este año Defensa prevé que lleguen a Cáceres los alumnos de tres ciclos, el que empieza ahora en enero y los dos correspondientes a este año. En cualquier caso, Defensa no descarta que durante el año puedan llegar incluso más ciclos ya pertenecientes a ese ejercicio si así lo determina la Oferta Pública de Empleo. Tal y como publicó ya este diario, el 22 de mayo llegarán otros 1.155 del tercer ciclo extraordinario de 2017. Estos datos fueron facilitados por el coronel jefe, Francisco de Asís Ramírez. Estos dos serán sin duda los dos mayores reemplazos desde que el campamento acoge la formación militar no obligatoria. Las cifras más elevadas hasta ahora pasan por el último ciclo que acogió 817 soldados y la promoción de 2013 que alcanzó los 800 jóvenes.