El Reglamento de Honores y Distinciones del Ayuntamiento de Cáceres, aprobado en el año 2003, en el artículo 3, apartado A, señala que la Medalla de Cáceres distingue a las personas, fundaciones o asociaciones de la sociedad cacereña que realicen hechos relevantes que contribuyan al engrandecimiento y prestigio de la ciudad de Cáceres. En el anverso luce el escudo de la ciudad en relieve acompañado de la leyenda Cáceres Patrimonio de la Humanidad, y en el reverso hay una imagen de la Virgen de la Montaña, patrona de la Ciudad. Dicha Medalla de Cáceres se ha entregado en el año 2011 a la Galerista Helga de Alvear, en el 2012 a la Fundación Mercedes Calles y Carlos Ballesteros y en el 2013 al Periódico Extremadura.

El 24 de noviembre de 2014 y en un solemne acto que se celebró en el Gran Teatro de Cáceres, presidido por el presidente del Gobierno de Extremadura, el Ministro de Defensa y la alcaldesa de la ciudad, se concedió la cuarta Medalla de Cáceres al Cefot número 1, porque a lo largo de los 50 años de presencia en Cáceres ha contribuido enormemente al desarrollo social y económico de la ciudad y ha servido para ayudar a crecer y hacer de Cáceres una ciudad moderna ideal para vivir.

En los 50 años que lleva el CIR-Cefot en Cáceres, han sido más de 500.000 los soldados que han pasado por las instalaciones militares adquiriendo los conocimientos, las capacidades, las habilidades y los valores que son necesarios para pertenecer a las unidades operativas del Ejército de Tierra, que han sido siempre un elemento destacado por las autoridades militares y políticas del Ministerio de Defensa.

Soldados que cuando con las unidades militares a las que van destinados son movilizadas en operaciones internacionales son el orgullo por su profesionalidad y buen hacer y altamente apreciados por la sociedad española.

Estos soldados además son los embajadores de las excelencias de la ciudad de Cáceres en sus ciudades y pueblos de origen.

La imbricación del Cefot número 1 en la ciudad de Cáceres es total y la participación en la sociedad cacereña es plena, implicándose en las actividades que organiza la ciudad, conciertos, fiestas, procesiones de Semana Santa... y realizando directamente multitud de actividades culturales, sociales y deportivas, que han ido dejando una profunda huella en la sociedad local, convirtiendo el Palacio de las Cigüeñas en un foco cultural importante para el desarrollo turístico y social de la ciudad.

Y no debemos olvidar la magnífica labor callada que vienen realizando en labores humanitarias y sociales cada vez que han sido requeridos y por iniciativa propia, ayudando a los comedores sociales, conventos de clausura, Banco de Alimentos, Cáritas...

POR TODO ello le deseamos al Cefot número 1 larga vida para que sigan creyendo en Cáceres, como los cacereños seguimos creyendo en el Cefot número 1, ya que es una institución íntimamente ligada a la ciudad y a sus vecinos desde hace más de medio siglo. El Cefot número 1 forma ya parte de la identidad del pueblo cacereño, existiendo una permanente comunión entre este establecimiento militar y los cacereños, prueba de ello es el constante apego y cariño entre ambos.