--¿Cuál es el cáncer más común en los niños?

--Las leucemias y los tumores del sistema nervioso central.

--¿A qué edades suele aparecer?

--Depende mucho. Por ejemplo las leucemias tienen su pico entre uno y cuatro años. En menores de un año son menos frecuentes y el pronóstico empeora.

--¿Afecta más a niños o a niñas?

--Cada tipo de cáncer tiene su prevalencia, pero en líneas generales no hay un porcentaje más elevado en un sexo que en otro.

--¿Es hereditario?

--En ocasiones se relaciona con alteraciones genéticas y a veces con determinados síndromes genéticos. Algunos síndromes tienen una mayor probabilidad que la población general de desarrollar determinados tumores. En estos casos el seguimiento estrecho permite el diagnóstico precoz. Muchos de los cánceres en niños no están relacionados con ningún síndrome pero sí presentan una alteración genética, como el retinoblastoma (tumor que se desarrolla en la retina).

--¿Con qué síntomas hay que alarmarse?

--Es muy variable. Por ejemplo, en la leucemia, la pérdida de peso, la fiebre prolongada durante muchos días sin otra causa, el aumento de tamaño de los ganglios o el dolor óseo . Los tumores cerebrales pueden ser causa de cefalea o alteraciones visuales. Aunque en algunas ocasiones el diagnóstico se realiza de forma casual en un niño sin síntomas.

--Suele decirse que en los niños el cáncer avanza mucho más rápido que en los adultos, ¿por qué?

--No. La incidencia es menor y el pronóstico y la supervivencia son mejores. Además, a diferencia del adulto, un cáncer metastásico en un niño no significa que no haya curación.

--El cáncer infantil es la segunda causa de muerte en niños de 1 a 14 años, ¿cómo se puede prevenir?

--En la mayoría de los casos no hay prevención. En el caso de aquellos síndromes que predisponen a determinados tumores, el seguimiento estrecho y los controles periódicos permiten hacer un diagnóstico precoz y mejorar el pronóstico.

--¿Cómo se diagnostica?

--En general el pediatra es quien hace el diagnóstico cuando observa algo extraño o la familia manifiesta un signo de alarma. Después, los pasos a seguir son diferentes según el tipo de tumor, puede ser una biopsia, un análisis de sangre, una prueba de imagen,...

--¿Cuál es el tratamiento?

--Según el tumor puede incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia, trasplante de médula ósea,...

--En Cáceres no existe una unidad especializada para tratar el cáncer infantil, ¿por qué?

--El adecuado manejo de estos pacientes requiere de un equipo multidisciplinar y con experiencia, que cuente, además de con oncólogos pediátricos, con radioterapeutas, cirujanos pediátricos, especialistas en imagen,... De estas unidades forma parte también el personal especializado no médico (maestros, terapeutas ocupacionales, psicólogos y asistentes sociales), que tiene una labor indispensable en el desarrollo psicoafectivo del niño con cáncer. En Cáceres no hay especialistas porque los debuts son muy pocos.

--¿A dónde se envía a los niños?

--Los pacientes son derivados a un centro de referencia. El único centro que cuenta con una Unidad de Oncología Pediátrica en nuestra comunidad es el Hospital Materno-Infantil de Badajoz.

--¿Cómo llevan las familias esto?

--La palabra cáncer en cualquier persona, y más en niños, supone un impacto emocional. El apoyo psicológico al paciente y sus familiares es parte fundamental del tratamiento.

--¿El tanto por ciento de curación?

--En general se sitúa en torno al 80%. Si hay un tumor que por su localización tiene un mal pronóstico el tanto por ciento varía, pero en general la curación es elevada.

--¿A cuántos niños atiende al año este servicio por esta causa?

--En los últimos años, en el servicio de Pediatría se han venido diagnosticando entre 6 y 10 casos al año.

--Una de las peculiaridades de este tipo de cáncer es que el que lo sufre es un niño, con las inquietudes de esa edad, ¿afectan los tratamientos a su vida infantil?

--Depende de la edad, los problemas son algo diferentes según la franja de edad. Por ejemplo, en la adolescencia, muchos problemas se derivan de los cambios físicos secundarios al tratamiento (la caída del pelo, el cansancio o el cambio de humor). En el niño con cáncer es fundamental asegurar el crecimiento y el desarrollo psicosocial. Es importante el tratamiento de la enfermedad y de los problemas derivados de éste, como son la pérdida de peso, la inapetencia o las infecciones; y dar el apoyo necesario para mantener su escolarización y desarrollo social.

--En el caso de los adolescentes, ¿se les explica la enfermedad desde el principio o se habla solo con los padres?

--El niño es el que marca el ritmo. Algunos preguntan y se les responde. La información tanto a los padres como a los niños siempre es progresiva.

--¿Qué recomienda a una familia que tiene a un hijo que sufre esta enfermedad?

--Calma. Desde el hospital de Cáceres serán derivados al sitio de referencia en el que mejor pueda ser tratada su enfermedad. Hay que recordar que la supervivencia es elevada y el pronóstico en general es bueno.