Pasillos llenos de lodo y restos de los árboles, flores desparramadas por el suelo, lápidas hechas añicos y en algunos casos ocultas bajo montañas de casi un metro de hielo. El panorama que algunas personas encontraron ayer en el cementerio cuando fueron a visitar a sus seres queridos era tan desolador que algunos no podían soportarlo: "un chico sa acaba de marchar corriendo. Ha dado un grito tremendo, según contaba, porque al nicho de su padre se le había roto la lápida y se veía la caja", contaba una de las mujeres que ayer visitaban el camposanto.

La tormenta de agua y granizo que el jueves azotó la ciudad también se cebó con el cementerio, precisamente situado entre los tres barrios más dañados: Mejostilla, San Blas y Aguas Vivas. En el caso del camposanto, los desperfectos más severos se concentran en las inmediaciones de las los patios 7 y 9, situados al fondo, en le lateral derecho del cementerio. Dos de sus calles estaban ayer cortadas como consecuencia del hielo acumulado: lenguas de cerca de diez metros de longitud y casi un metro de altura en algunos tramos, impedían el acceso a más de un centenar de nichos, cubiertos totalmente en algunos casos por los restos de granizo.

"Estamos intentando limpiar la zona de la lápida, pero es demasiado hielo y necesitamos agua caliente", decía Joaquín Molina, que trataba de adecentar la fosa de un familiar, totalmente cubierta.

En otras calles próximas, aunque sin hielo, también eran patentes los estragos del temporal: lápidas rotas o despegadas, suciedad arrastrada por el agua e imbornales atascados por los restos de hojas acumuladas conformaban el paisaje en algunos tramos. "Esto ha sido devastador. A la lápida de mi Madre le han desaparecido todas las letras. Por favor, que lo limpien.", pedía Purificación Sánchez, mientras buscaba entre los restos de lápidas acumuladas en un contenedor de obra situado junto al camposanto. A esta petición se sumaba Guadalupe Simón. Había acudido para cambiar las flores de la lápida de su marido: "suponía que con este temporal estarían destrozadas, pero esto es demasiado", decía al no poder acceder al nicho.

TAREAS DE LIMPIEZA El ayuntamiento iniciará hoy los trabajos de limpieza en esta zona, según señalo ayer el concejal de Infraestructuras, Miguel López. "Entiendo que quienes tienen allí a sus seres queridos no quieren ver esta situación. Pero pedimos su comprensión, porque había que actuar primero en las calles y zonas con más problemas. No podemos llegar a todos los sitios al mismo tiempo y hemos volcado los esfuerzos en las calles y viviendas con problemas", afirmó.

El edil advirtió que las tareas de limpieza en la zona serán complicadas porque las calles son muy estrechas y no podrá acceder a la zona la maquinaria pesada que se ha utilizado para retirar el hielo de otras zonas de la ciudad. Los trabajos comenzarán hoy y se intensificarán el lunes.

Mientras tanto la normalidad comienza a restablecerse en la ciudad, a medida que las máquinas y los operarios de limpieza retiran los restos de la tormenta que azotó la ciudad hace dos días.