Ayudar a una persona a ayudarse a sí misma cuando se encuentra en una situación difícil. Esa es la idea que está tras el curso que este fin de semana se imparte en el Palacio de Galarza de Cáceres.

Las técnicas en las que se está formando a un grupo de voluntarios se conocen con el nombre de Relación de Ayuda, aunque también se hace referencia a ellas por su término en inglés: counselling . Pablo José Galán Mañanas, promotor del proyecto en Cáceres, explica que "la relación de ayuda es un tipo de acercamiento a la realidad de la persona en crisis, de quien sufre. Es ayudar a ayudarse".

Con estas técnicas, "el objetivo no es tanto el problema de la persona como la persona en sí misma; y que la misma persona pueda afrontar sanamente esa dificultad que experimenta o esa situación", matiza Galán. Pueden ser situaciones como el duelo que vive alguien que ha perdido a un ser querido; familiares que atienden a un enfermo crónico o situaciones de acompañamiento a enfermos de cuidados paliativos.

Galán explica gráficamente que "el ayudante es un experto en subir montañas. El ayudado es el que tiene que subirlas".

MODELO EN MADRID El proyecto que ahora arranca en Cáceres está inspirado en el centro de escucha que existe en Tres Cantos (Madrid). Ese centro es pionero en España y depende del Centro de Humanización de la Salud, que gestionan religiosos Camilos. "Allí se forma en competencia relacional y ética a profesionales del ámbito sanitario y social", explica Galán

Las enseñanzas que allí se imparten están inspiradas en la idea de que la salud no es solamente física, es también emocional, relacional o psicológica. Galán aclara que "un centro de escucha es un servicio complementario a la psicología y la medicina, no pretende anular las otras dimensiones".

ESCUCHA ACTIVA Desde el pasado viernes y hasta hoy domingo se está formando a los "escuchas", las personas que van a actuar como ayudantes. El curso lo imparte una profesora del Centro de Humanización de la Salud, Elisa Romero, enfermera y máster en counselling . Los asistentes son voluntarios que están en contacto con el ámbito social y con personas en situación de exclusión y marginación. Muchos de ellos están vinculados a grupos de parroquias de Cáceres y Coria, pero también hay personas del sector sanitario como una psicóloga y una enfermera.

Estos voluntarios están aprendiendo estrategias que, en palabras de Galán, "no consisten tanto en dar consejos como en una escucha activa, terapéutica. Es acoger el mundo emocional del otro. Trabajar el tema de la empatía".

El impulsor del proyecto explica que a una persona que ha perdido a un ser querido de forma traumática, por ejemplo, "se le da sobre todo soporte emocional. Al principio, en una situación de duelo, la persona tiene que expresar todo ese sentimiento. Puede aparecer culpa, rabia, miedo. Todo eso tiene que ser acogido, para que al cabo de un tiempo, esa persona pueda recordar al ser querido con normalidad".

La idea de crear un centro de este tipo surgió tras conocer Galán el centro de escucha de Tres Cantos y recibir formación en el Centro de Humanización. Lo propuso al obispado e inicialmente iba a asumirlo Cáritas, pero finalmente lo ha asumido el obispado de Coria-Cáceres.

El futuro centro no tiene todavía un espacio físico. Su promotor asegura que cuando se disponga de él, "se publicitará para que la gente pueda conocerlo". La idea es que se pueda empezar a trabajar sobre el terreno a partir de septiembre. Galán quiere remarcar que se trata "de un servicio gratuito sustentado en el voluntariado".

El centro de escucha cacereño trabajará en relación estrecha con el Centro de Humanización de la Salud de Tres Cantos, con el que se va firmar un convenio de colaboración. También se han iniciado contactos con la Junta para que conozca el proyecto.