El aeródromo de la Cervera se ha convertido este fin de semana en escuela-taller con motivo del curso de construcción de aviones de plástico que desarrolló la Asociación Española de Aviación Experimental (AAE) y en el que participan hasta el domingo constructores amateurs de aeronaves llegados de toda España. Los 20 aficionados (muchos, teniendo no suelen admitir a más de 15) están aprendiendo a utilizar una de las técnicas más innovadoras de la industria aeronáutica civil y militar --a base de corcho blanco, fibra de vidrio y un pegamento especial pegamento--, que ellos están aplicando a la aviación amateur experimental (aviones ligeros).

La jornada contó con la participación del uno de los mejores constructores amateurs de Europa, Lorenzo Alzola, y con aficionados procedentes de distintos puntos de España. Uno de ellos, César López, de Canarias, bromeaba con que le había costado más el viaje a Cáceres que el curso y explicaba que sobre todo, pondría en práctica esta técnica para construir tablas de surf "que son más habituales en las islas que las aeronaves experimentales", añadía.

En todo caso, el sistema constructivo que estuvieron perfeccionando es, en esencia, el que utiliza para construir los aviones comerciales más modernos, "con métodos más rudimentarios, eso sí, pero con las mismas garantías de que el aparato vuele", señaló el presidente de la AAE, Joaquín Guerra. Según dijo, se trata de una afición poco habitual pero al alza en España y con muchos seguidores en Cáceres.