NACIMIENTO 8/7/1953

LUGAR PALOMERO (CACERES)

FORMACION LICENCIADO EN DERECHO Y DIPLOMADO EN

CIENCIAS EMPRESARIALES

OCUPACION ABOGADO

Y HOSTELERO EN EJERCICIO,

Y REPRESENTANTE PROVINCIAL

DEL RAMO DE HOSTELERIA

La Asociación Empresarial Cacereña de Hostelería y Turismo acaba de reelegir a César Martín como presidente provincial para los próximos cuatro ejercicios. En contacto con la profesión desde los 13 años (su padre tenía un bar conocido en Plasencia por sus tapas), Martín sabe todo, o casi, de un sector que dirige desde hace un lustro. Ha gestionado numerosos negocios, entre ellos el hotel placentino Los Alamos y el restaurante Abito de Cáceres. Actualmente está al frente de la cervecería Gambrinus, de la Hospedería de Hervás y de las cafeterías de los hospitales de Cáceres y Plasencia. Y aún así le queda tiempo para ejercer profesionalmente la abogacía.

--¿Cómo marcha el sector hostelero en la provincia?

--Tenemos un buen parque de bares y restaurantes, quizás obsoleto en Cáceres y Plasencia porque hay que modernizar los establecimientos de los cascos antiguos. En cuanto a los hoteles, también existe un buen conjunto, pero los promotores deben comenzar a realizar estudios de viabilidad antes de abrir uno nuevo ya que corren el riesgo de saturar el mercado, especialmente en Cáceres y Plasencia. Pero sí hay más capacidad de habilitar casas rurales.

--El público solicita más restaurantes de precio medio...

--La restauración es muy compleja. Posiblemente sí faltan estos establecimientos e incluso más económicos, con menús del día a 8 ó 10 euros, pero en la provincia somos muy pocos habitantes y resultaría bastante difícil mantener los negocios todo el año, sobre todo porque la gente come en casa. Por cierto que la capital tiene un buen parque de restaurantes de calidad.

--¿Cuál es el principal déficit del sector turístico en la provincia?

--Sin duda las alternativas de ocio. Sólo existen algunas opciones relacionadas con el arte y la cultura en Cáceres y Plasencia, pero poco más. Son necesarias más ofertas de ocio para prolongar la estancia del turista: espectáculos, discotecas, cine... Todavía no hemos sabido atacar el problema y los visitantes, a causa de este vacío, apenas pasan día y medio en la provincia.

--La ciudad monumental cacereña es uno de los grandes reclamos. ¿Le falta algo?

--Cáceres era una ciudad alegre, abierta, con espíritu universitario. Ahora es un poco más provinciana, necesita vida, y todo por no darle ambiente y contenido al casco antiguo. También influye el hecho de que ahora sales a cenar y no te da tiempo ni a tomar unas copas. A mi juicio, la ciudad está perdiendo.

--¿Y los hosteleros? ¿Cuál es su situación en estos momentos?

--Hay que profesionalizar más el sector. Ultimamente surgen muchos empresarios jóvenes sin conocimientos, y cada día es más difícil conseguir empleados cualificados. En los años 70 ser camarero era un prestigio, y ahora al contrario. Esta profesión requiere dedicación, tiempo y ganas.

--¿Qué ha ocurrido con la Escuela Superior de Hostelería?

--Nos molesta mucho el tema, porque la creación de la escuela fue idea de la Asociación Cacereña de Hostelería en 1998, pero ni la Junta ni el ayuntamiento nos escucharon y al final se abre en Mérida por cuestiones políticas. Cáceres tiene más condiciones que nadie, pero desde aquí la apoyaremos por el gran avance que supone.

--¿Cuáles son definitivamente las fechas de oro del turismo?

--Puesto que no existen grandes ofertas de ocio, son muy concretas: Semana Santa, feria, puente de Mayo y alguna festividad de Madrid que anima a pasar unos días en Extremadura. Al cabo del año, sólo 60-70 días. El Womad era otra de las grandes bazas, pero se lo han cargado con el nuevo formato.

--¿Los planes de la asociación?

--Siempre tenemos iniciativas en mente. Seguiremos con los cursos de formación, pero sobre todo fomentaremos los recursos turísticos y de ocio. Incluso expondremos algunas propuestas a la Junta.