Ahora el agua cae todos los días del cielo, pero dentro de un año tendrá que venir del embalse de Portaje, al menos esa es la planificación que maneja la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), que mantiene los plazos para la finalización de los sesenta y cinco kilómetros de la conducción que tendrá que comunicar la presa de Portaje con el embalse del Guadiloba. Esta obra ha sido actualidad esta semana con el debate de esta inversión en el Senado. El PSOE la defiende, argumentado que garantiza el suministro, que el agua es de calidad y que al mismo tiempo se da servicio a otras trece poblaciones del entorno de Cáceres. El PP la rechaza al considerar que no es segura, que traer el agua de 65 kilómetros y con varias elevaciones encarecerá su precio y porque considera que el trasvase de Portaje fue una solución improvisada que además está teniendo inconvenientes.

Esta obra está financiada por el Ministerio de Medio Ambiente, que la sacó a licitación por 61 millones de euros y la adjudicó a la Ute formada por Sando y Befesa por 40,4 millones. El principal inconveniente que está teniendo es que no es válida la idea inicial de que la tubería de la conducción salvase los ríos Tajo y Almonte acoplada a los puentes de la N-630. El Ministerio de Fomento no ha dado su autorización. Demarcación de Carreteras planteó objeciones a esta solución cuando el proyecto de la conducción de Portaje se expuso al público.

La negativa del Ministerio de Fomento era por motivos de seguridad (los dos viaductos de la N-630 están además afectados por obras de rehabilitación, que se adjudicaron el pasado mes de mayo por 1,2 millones de euros y con un plazo de ejecución superior a un año). Tras el rechazo de Fomento, desde la confederación se barajaron alternativas, la principal era vadear los ríos, pero también se planteó la ejecución de un acueducto.

CRUZAR LOS RIOS Hasta ahora la confederación no se había pronunciado sobre qué solución se había elegido. No obstante, desde el ayuntamiento la concejalía de Infraestructura ya venía apuntado que la opción era vadear. La confederación confirmó el pasado miércoles que efectivamente ésta ha sido la alternativa por la que se ha optado, aunque el reformado del proyecto inicial sigue tramitándose, según las fuentes citadas. Cuando el pasado mes de septiembre se confirmó por parte de la confederación que la solución de los puentes no valdría, también se adelantó que habría que variar el trazado en el tramo del embalse de Alcántara, indicándose que podría ir junto a la autovía A-66 en vez de la N-630.

Además de la modificación del proyecto, la otra cuestión a resolver es qué coste tendrá el reformado en la obra, que se adjudicó en mayo del año 2007 con una baja de más de 20 millones de euros sobre el precio de licitación.

Desde la Confederación Hidrográfica del Tajo también se confirmó el miércoles que por ahora se llevan ejecutados 12 de los 65 kilómetros de la conducción desde Portaje al Guadiloba. Se ha trabajado en el tramo más cercano al Guadiloba y ahora se está en la zona de Portezuelo, entre Portaje y el embalse de Alcántara. La conducción se proyecta con al menos dos elevaciones, una en el tramo de Portaje a Portezuelo y la otra en Alcántara. Además hay planificada una segunda conducción, del canal del Alagón a Portaje, para realimentar este embalse con el agua del pantano de Gabriel y Galán si se necesitase para garantizar el suministro a Cáceres y al resto de las poblaciones que está previsto que se beneficien de esta obra.