Un campo de paraguas azules, negros, rojos, a cuadros, a rayas..., y en el escenario el naranja chillón del grupo keniano Kenge Kenge Ortu System, que tocaban en la plaza Mayor, a una hora y en un escenario que no eran el previsto inicialmente porque la lluvia causó numerosos cambios en la programación de la última jornada del festival Womad.

Primero se suspendieron los conciertos de las Veletas y a las nueve de la noche se cancelaron los dos últimos en San Jorge. Todas las actuaciones se desplazaron al escenario de la plaza Mayor, el más protegido, razón por la que la organización esperaba que el festival no finalizase hasta las tres y media de la noche.

La lluvia restó público al festival, a las once de la noche se calculaba que en la plaza Mayor habría "entre 4.000 y 5.000 personas, la mitad que la noche anterior", indicó el concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Carlos Jurado. En el cálculo hecho por la policía entraban todos los que se cobijaban en los soportales de la plaza Mayor, que permanecieron llenos la tarde y noche.

La lluvia también impidió el contacto entre Nneka y el público, como reconocía la cantante nigeriana minutos después de acabar su actuación. Al inicio de la misma, quince minutos antes de la nueve, la lluvia había dado una tregua y la plaza, a esa hora a la mitad, se fue llenando, pero minutos después de las nueve volvieron los paraguas.

Nneka era una de las principales actuaciones programadas para la jornada de ayer, fue su primera actuación en Cáceres, pero no en un festival Womad. Tanto del público español como del luso destacaba su cercanía, aunque en el caso de Cáceres "no ha habido mucho contacto" con el público. La razón: la lluvia.

Esperando a que terminase la actuación de Nneka estaba Terekaft. El grupo cambió hasta dos veces de escenario. De las Veletas a San Jorge y de aquí a la plaza Mayor. Sanou, Diara y Abdallah, componentes del grupo de Malí, destacaban que la organización había estado acertada en su decisión, el escenario de San Jorge, además de más pequeño que el de la plaza, no tenía la protección suficiente para la lluvia. Su línea musical es similar a la de Tinariwen, uno de los conjuntos africanos que estarán dentro de un mes en la inauguración del Mundial de Sudáfrica.

Carlos Zarazaga, vocalista de El Tío Carlos, otro de los grupos que peregrinó ayer por los escenarios, destacaba del público de Cáceres "su entrega". "En los talleres, pese a la lluvia, el público ha estado tremendo".

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