El destino de cien embriones cacereños congelados está pendiente de la futura Ley de Reproducción Asistida que ultima el Gobierno. La clínica Norba, la única que trabaja con técnicas reproductivas en la provincia de Cáceres y en la que se conservan estos ovocitos, tiene ya catorce de tres parejas que cumplen en el 2005 el plazo límite de conservación, fijado en cinco años. Otros 28, de 7 parejas, lo harán el próximo año.

La nueva normativa que prepara el Gobierno de Zapatero permitirá la donación de estos embriones a otras parejas para su reproducción, la investigación con ellos o incluso la selección genética para concebir hijos que puedan actuar como donantes de hermanos enfermos (leucemia, anemia).

MEDIDA RAZONABLE Ninguna de estas tres alternativas se pondrán en práctica en Cáceres de momento, pero la clínica cacereña sí podrá remitir los embriones sobrantes en sus intervenciones reproductivas a los laboratorios autorizados. "Ahora mismo estamos en una situación de ilegalidad, de vacío legal, y no sabemos todavía qué hacer con los embriones", explica el ginecólogo José de Julián, responsable de este centro reproductivo. "Es absolutamente razonable que articulen una salida hacia la investigación o la donación de este material", añade.

La clínica comunicará a las parejas propietarias de los embriones su próxima caducidad , para que decidan si desean utilizarlos o no, ya que pierden la potestad sobre ellos. "Si la mujer no los quiere, no se pueden donar ni investigar con ellos, pero tampoco dice que los tengamos que destruir, así que los mantendremos congelados hasta que salga la ley", manifiesta De Julián.

Antes del verano, la clínica cacereña tiene previsto comenzar los diagnósticos preimplantacionales de embriones. Esta técnica permite seleccionar los embriones sanos antes de implantarlos en el útero de la mujer.

Actualmente la selección genética del sexo no está permitida, excepto cuando los padres son portadores de enfermedades que desarrollan uno de los dos sexos. Es el caso de la hemofilia, que transmiten las mujeres pero que sólo la padecen los hombres. La clínica cacereña tiene una paciente en esta situación, aunque será en Madrid donde se le realice la selección para desechar los embriones machos.

La clínica cacereña ha realizado en cinco años 700 intervenciones reproductivas, con un 40% de éxitos, lo que ha permitido el nacimiento de 280 niños. Actualmente existen 13 mujeres en lista de espera para una donación de óvulos, que son muy escasas, 27 en cinco años.