Mujeres de mantilla, luto y traje típico; niñas acomodadas de posguerra con su Mariquita Pérez; niños de los años 20 con su peto y su caballo de cartón; reclutas de la primera mitad del siglo XX; novias con seda, volantes y peinado Verónica Lake ... La Residencia Cervantes, dependiente de la Junta, ha inaugurado una exposición de fotografías aportadas por los mayores que viven en el centro. La muestra constituye un auténtico álbum del pasado cacereño con imágenes de hasta 1876, donde pueden apreciarse los trajes y costumbres de la época.

Entre las participantes se encuentra Joaquina Picapiedra, miembro de una de las familias más conocidas de la ciudad. Sus fotos casi ocupan un panel: "Esta imagen es de los primeros cacereños que cobraron los subsidios de vejez en 1938, y éste es el homenaje al chófer del gobernador civil en 1939 --relataba ayer--. Esta otra recoge el único paso de la patrona por su avenida en el 41".

De otro lado, el alcalde Saponi y la concejala Basilia Pizarro firmaron ayer cinco convenios con entidades sociales, a las que agradecieron su labor humana. El ayuntamiento aportará 10.818 euros a la casa familiar de los Franciscanos de la Cruz Blanca; 9.000 al Hogar de Mujeres Inmigrantes de ACISJF y 6.000 al Proyecto Hombre. También contratará a 20 cuidadoras formadas por Cáritas para ayudar a los mayores; y colaborará con el centro Forceres en la formación de auxiliares de enfermería y monitores de ludotecas. Además, Saponi se reunió con la Asociación de Diabéticos.

Finalmente, técnicos germanos y de la Universidad Popular de Cáceres están elaborando un modelo de formación para los profesionales que a su vez forman a los inmigrantes. Será aplicado en 30 países de la red Dare.