Cinco pasajeros del autobús de la Línea 1 del servicio de transporte urbano de Cáceres sufrieron ayer magulladuras y contusiones, después de que el conductor se viera obligado a pegar un frenazo brusco al cruzarse un peatón que iba hablando por el móvil. Las afectadas, todas mujeres, fueron trasladadas al hospital San Pedro donde les atendió el personal médico, si bien presentaban lesiones en todos los casos de carácter leve.

El incidente, según avanzó Efe, tuvo lugar pocos minutos después de las dos de la tarde, cuando el autobús, con unos quince pasajeros a bordo, ya había entrado en la barriada de Aldea Moret y circulaba por la avenida de la Constitución. Según el relato facilitado a este periódico por el gerente de la empresa de autobuses, Esteban de Miguel, al llegar a la altura del número 14 cruzó la calzada un joven hablando por el móvil, "que salió de entre dos coches a solo tres metros del autobús, sin que hubiera ningún paso de peatones, y que además llevaba el teléfono sujeto de tal manera que no tenía apenas visibilidad".

El vehículo transitaba a unos 25 kilómetros por hora ya que acababa de superar un paso de peatones con baden, pero aun así el frenazo desplazó a los viajeros que iban en el interior. "Frenó de forma instintiva, porque de lo contrario lo atropellaba", señala el gerente. Algunos pasajeros se cayeron o se golpearon con las barras del vehículo. Asustados por los golpes, avisaron a sus familiares y al momento llegaron tres ambulancias, una medicalizada del 112 con base en Cáceres, otra convencional y una dotación de Cruz Roja, además de una patrulla de la policía local avisada por el conductor, quien también informó a la empresa Subus. Algunas pasajeras fueron trasladadas al hospital San Pedro para su reconocimiento, ya que se quejaban de los golpes.

PIDIO PERDON El conductor, que vio cómo el joven que había provocado el frenazo se metía en una tienda de la avenida de la Constitución, entró a buscarle para pedirle los datos e indicarle que debía una disculpa. El chico así lo hizo, subió al autobús y pidió perdón a los pasajeros por lo ocurrido. También entregó toda su documentación. Posteriormente, cuando los usuarios que quedaban en el vehículo ya se habían restablecido, el conductor reinició su ruta hasta el final del turno, a las tres de la tarde.

La policía local tomó los datos del peatón y del conductor por si se abriesen diligencias en el Juzgado. En este sentido, el gerente de la empresa de transporte urbano explicó que la incidencia acaecida ayer entra dentro de la cobertura del seguro de viajeros que tiene contratado Subus, y que se habían recogido todos los datos para incorporarlos al parte entregado a la compañía, que será finalmente quien actúe como considere conveniente.