El Ministerio de Fomento ha aprobado definitivamente el estudio informativo de la autovía Cáceres-Trujillo, un documento que servirá de base para la adjudicación y redacción del proyecto de la nueva vía rápida, paso previo a la contratación de las obras. Según las previsiones del ministerio, en una primera fase se construirá el tramo interurbano de casi 47 kilómetros que comunicará las dos poblaciones, mientras que la vía de conexión de las futuras autovías de Trujillo y de la Plata por el norte del casco urbano de Cáceres, un tramo que tiene una longitud de aproximadamente 15 kilómetros, quedará para una segunda fase y se ejecutará en función de la demanda de tráfico y las disponibilidades presupuestarias.

La decisión de condicionar la realización de la circunvalación al volumen de tráfico era una posición que ya se anticipaba en los estudios previos de la autovía, en los que se aconsejaba la elección del eje sur (por Sierra de Fuentes) para la conexión de la autovía de Trujillo con la A-66 (autovía de la Plata), ya que Cáceres no tiene una vía de circunvalación por el sureste, mientras que por el norte ya está en construcción la ronda norte, que, aunque se trata de una vía urbana, será una alternativa para desviar el tráfico pesado del centro del casco urbano y comunicar la autovía de Trujillo con la glorieta de la Sierrilla.

Pero ese consejo técnico se desestimó por motivos medioambientales, debido a la incidencia del eje sur en la Zona de Especial Protección de Aves (Zepa), una opción que el consistorio respaldó en las alegaciones que presentó al estudio al considerar que el eje sur era más conveniente para las necesidades en infraestructura de la ciudad, aunque en los informes y las declaraciones de impacto ambiental se desaconsejó su realización. Había una tercera posibilidad, la centro, que no se aceptó en su totalidad por la repercusión que habría tenido que por las cercanías de la ciudad (su trazado se proyectó entre los nuevos polígonos residenciales en desarrollo en el sur de la ciudad y el recinto ferial) pasase una vía de conexión de dos autovías.

LA OPCION ELEGIDA

La única alternativa que quedaba era la norte, que discurre paralela a la ronda urbana que está en construcción, aunque pasa por detrás de la Sierrilla. El resultado de esta elección es que frente a dos vías alternativas para el tráfico por el norte del casco urbano no hay ninguna por el sur y este, ya que, además, aún no se ha concretado entre el consistorio y el ministerio la realización y construcción de la ronda este. Esta duplicidad de ofertas por el norte es la que hace que ahora el Ministerio de Fomento supedite la construcción de la circunvalación norte a la demanda de tráfico.

El equipo redactor de la revisión del plan de urbanismo ha tomado la circunvalación norte como límite de la expansión de la ciudad, y ha pedido que afecte lo menos posible al polígono ganadero, recinto por el que pasará.