La lucha por aspirar a ser la sede de la capitalidad cultural europea en el año 2016 ha provocado un cisma entre Cáceres y Córdoba, las dos únicas ciudades españolas que han mostrado su disposición a luchar por la candidatura. Será el Gobierno español quien proponga la candidata o candidatas a la Unión Europea, responsable de la decisión, antes del 2012.

Pero hasta el momento, la declaración de intenciones de José María Saponi y Rosa Aguilar, alcaldes de las dos ciudades, se han cruzado intentando no pisar ningún charco . El regidor cacereño quiere evitar a toda costa cualquier confrontación, después de reconocer su apoyo escrito a la candidatura de Córdoba en abril del año 2002 durante una reunión del grupo de ciudades patrimonio al que pertenecen ambas capitales y que fue refrendado por unanimidad.

RESPUESTA CORDOBESA

Rosa Aguilar, en un rápido movimiento político, no dudó el pasado lunes en pedir a Saponi que posponga sus intenciones para después del 2016. Sin embargo, el alcalde cacereño contraatacó sólo un día después y mantuvo su objetivo, incluido en el programa electoral del PP en las pasadas elecciones, de optar a ser capital cultural en el 2016. Asimismo, negó que la alcaldesa de Córdoba le haya reclamado que se retire de la carrera y respalde la opción andaluza que ha recibido ya el apoyo del Príncipe Felipe y de 33 ciudades patrimonio de Europa.

La presión cordobesa ha llegado hasta el punto de proponer que Cáceres se convierta en la subsede de la capitalidad y que sea la ciudad andaluza la que ostente el título definitivamente. Pero Córdoba no lo tendrá fácil. Saponi y Aguilar se verán las caras antes del verano para intentar desenredar el cruce de declaraciones que, en distintas direcciones, ofrecieron la semana pasada. El encuentro podría arrojar luz sobre un cisma que parece que sólo acaba de empezar y en el que las dos ciudades se juegan recibir en el futuro fuertes inversiones.