Que el casco histórico de Cáceres tiene un valor incalculable es algo que no induce a ninguna duda. Miguel Muñoz de San Pedro, conde de Canilleros ya lo afirmaba en sus escritos: "La villa de Cáceres tiene sobre sí toda la aureola de su historia milenaria y grandiosa".

De hecho, la Unesco, siglas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ya apreció el valor de sus piedras y consideró hace casi treinta años (1986) que su conjunto monumental debía estar catalogada como ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Siete años tendrían que pasar para que un conjunto de ciudades, también con el mismo reconocimiento, sumaran intereses comunes y decidieran erigir un colectivo para defender su máximo activo. Fue en ese momento cuando Avila, Cáceres, Salamanca, Santiago de Compostela, Segovia y Toledo decidieron crear el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad. A día de hoy, este grupo está conformado por una quincena de localidades españolas. Córdoba lo hizo en 1996, Cuenca en 1998, Alcalá de Henares y San Cristobal de la Laguna hicieron lo propio en el 2000, Ibiza en el 2002 y Mérida y Tarragona, cuatro años más tarde. Después de 2008 se sumaron también Ubeda y Cuenca. Desde entonces, la capital cacereña trabaja en diferentes comisiones conjuntas para abordar temas como: educación y cultura, patrimonio y representación, y promoción y turismo.

Entre las últimas actividades en las que ha participado Cáceres se encuentran actividades de promoción en Asia, en California y en la Feria de los Museos de Frankfurt. También en verano patrocinó la vuelta ciclista a España por segunda vez gracias a un convenio, y desarrollaron actividades publicitarias en redes sociales y en la instalación de soportes. En octubre defendió su modelo de gestión en un encuentro de asociaciones de patrimonio en Estrasburgo.