De las 67 muertes que el Instituto Anatómico Forense de Cáceres investigó durante el pasado año, un total de 48 fueron muertes producidas por causas violentas. Así se recoge en la memoria de actuaciones tanatológicas de este instituto correspondiente al 2002.

Los forenses del instituto anatómico investigan tanto las muertes violentas, en las que se incluyen los accidentes, homicidios y suicidios, como aquellas sospechosas de criminalidad, es decir aquellos casos en los que no se conocen los antecendentes y que una vez investigados los forenses determinan si han sido muertes por causas violentas o naturales.

Teniendo en cuenta este hecho, decir que la memoria 2002 del instituto recoge que el año pasado, en su ámbito de actuación --comprende los partidos judiciales de Cáceres y Valencia de Alcántara-- se realizaron un total de 67 actuaciones tanatológicas, de las que 19 fueron muertes naturales y 48 por causas violentas.

LIGERO DESCENSO

Los datos de la memoria del 2002 reflejan un ligero descenso con respecto al año anterior, ya que en el 2001 se investigaron 69 muertes, de las que 54 fueron violentas. No obstante, esta disminución se produce sólo en las muertes accidentales (33 en el 2002 frente a las 42 del 2001), ya que en el caso de los suicidios el año pasado se registraron 14, dos más que en el 2001; y en el 2002 se produjo un homicidio (el asesinato de Aldea Moret recientemente juzgado) mientras que en el 2001 no hubo ninguno.

Son cifras que según el director del Instituto Anatómico Forense, José María Montero, mantienen la tasa habitual de los últimos años, uno o ningún homicidio por año, "lo que para una población como Cáceres, el mantenerse, afortunadamente, en unos niveles muy bajos de muertes homicidas, es un buen dato".

También en el caso de las muertes accidentales el número, según Montero, se estabiliza, y la cifra mayor se registra por accidentes de tráfico, 27 en total. A éstas se sumaron el año pasado dos muertes por intoxicación y una por asta de toro, electrocución, sumersión y aplastamiento.

Sí experimentaron un ligero aumento las muertes suicidas, que pasaron de 12 del 2001 a 14 en el 2002, de éstas 7 por ahorcamiento, dos por precipitación y una por sumersión, ingesta de medicamentos, de sustancias químicas, atropello por ferrocarril y por arma de fuego.

Respecto a los fallecidos por Sida, la memoria recoge que en el 2002 se produjeron 8 casos (7 hombres y 1 mujer), cuatro más que en el 2001.