El portavoz de Ciudadanos, Cayetano Polo, asegura que su grupo votará a favor de la subida de la tarifa de los autobuses urbanos que se dictaminará en la comisión de Contratación del ayuntamiento que se celebra el lunes y que podría aprobarse en el pleno de la corporación que tendrá lugar el día 20 (el orden del día del pleno se decidirá el viernes, pero puede entrar por urgencia o si el orden del día se cierra a lo largo de la mañana del lunes). La propuesta de revisión de precios se presentó el pasado lunes por la concejala del servicio de autobuses, Montaña Jiménez, y es la misma que ya se planteó por los servicios de Inspección Municipal del ayuntamiento el pasado mes de abril.

Los ingresos que se prevén obtener de la recaudación por el incremento de la tarifa se destinarán a financiar las cuatro modificaciones en las líneas que se propusieron en la Mesa del Transporte y a las pérdidas económicas que, según los servicios de Inspección y de Intervención del ayuntamiento, tendrá la implantación de la tarjeta de transbordo. "Nuestro voto a favor será siempre y cuando la propuesta sea la que se presentó el pasado lunes" por el gobierno, apunta Polo, que considera que la subida se debe afrontar por los usuarios del servicio en vez de que los costes, que se cuantifican en 304.000 euros, de las modificaciones y de la implantación del bono de transbordo se tengan que financiar con cargo a la subvención que el ayuntamiento paga todos los años a la empresa concesionaria del servicio, Subus, para cubrir el déficit que tienen los autobuses.

La revisión de precios es la siguiente: el billete ordinario pasa de 1 euro a 1,10, el bonobús de 7 a 8 euros, la tarjeta mensual de 27 a 29 euros, el billete especial de 1,15 a 1,30 euros y el billete especial a Rincón de Ballesteros de 2,70 a 2,80 euros. La nueva tarjeta de transbordo tendrá un coste de 11 euros. Será parecida al bono bus ordinario, aunque con la posibilidad de que con un mismo viaje se pueda utilizar más de una línea, aunque se fija un tiempo máximo de 75 minutos para hacer el transbordo.

Los efectos de la subida y la entrada en vigor de las modificaciones no serán inmediatos. No solo se tiene que aprobar por los órganos del ayuntamiento, sino que el incremento se debe ratificar en la Comisión Regional de Precios, por lo que no se puede adelantar por ahora una fecha para saber cuándo serán efectivos.

La concejala Montaña Jiménez defendió el pasado lunes que la única posibilidad para financiar los cambios y que entren en vigor es la subida de la tarifa. Para aprobarla, el gobierno, que está en minoría en el pleno de la corporación local, necesita el apoyo de alguno de los otros tres partidos políticos de la corporación local o al menos la abstención de Ciudadanos o del PSOE. Polo afirma que Ciudadanos votará a favor. PSOE y CACeresTú (Podemos) ya han adelantado que votarán en contra. Con el voto de Ciudadanos es suficiente para que la revisión salga adelante. Ya solo es la Comisión Regional de Precios la que puede poner objeciones al incremento propuesto.

Polo defiende que el coste se asuma por los usuarios del servicio en vez de cubrirlo con la subvención que se aporta a la empresa con el presupuesto, ya que esto supondría "pedirle a todos los cacereños casi 40 euros para cubrir el déficit del servicio". Las dos principales modificaciones que se harán en las líneas son la creación de un nuevo trayecto, que solo funcionaría en días lectivos y en horarios determinados para comunicar los barrios de la Mejostilla con la Universidad Laboral y el campus, y la unión de las líneas 4, 9 y 40, cuyo principal efecto será que se entrará en el barrio del Junquillo.

La revisión de la tarifa es el tercer asunto de relevancia en mes y medio en el que PP y Ciudadanos se ponen de acuerdo en el ayuntamiento. Polo afirma que no obedece a ningún pacto, sino que son "casos puntuales". Sobre el presupuesto de 2017, que es el primer asunto, asegura que el gobierno está teniendo en cuenta las condiciones de Ciudadanos. Sobre la zona azul, la segunda cuestión, añade que su grupo está a favor y que lo que se ha hecho es aceptar la renovación de la concesión de la gestión de la zona azul pero con una ampliación de plazas inferior a la que inicialmente proponía el PP. En relación a los autobuses, apunta que las modificaciones salieron de la Mesa del Transporte y que son los usuarios y no todos los contribuyentes, vía presupuesto, los que debe afrontar la subida con la que se financian las modificaciones.

"Son casos puntuales. Si te posiciones a favor, te dicen que eres la muleta del PP. Si lo haces en contra, se quejan de que destruimos" la posibilidad de que se alcancen acuerdos, comenta Polo, que reconoce que sí ha habido un cambio de actitud en el gobierno que "ahora consulta" más que antes con su partido decisiones a tomar y es más receptivo a las aportaciones que hace Ciudadanos, lo que, afirma, hace "más fácil" la toma de decisiones.