Clara Montes vuelve hoy a un escenario cacereño como cabeza de cartel de la gala de clausura de la semana de la copla (Auditorio San Francisco, 20 horas), junto a Juana Dolores Valderrama y Juan Santa María, con la baja de Tony Zenet.

--Se ha atrevido a arriesgar, mezclando la canción popular con otras músicas...

--Sí, es verdad que he innovado, pero no por riesgo o atrevimiento. Somos mestizaje, pero no tenemos que perder nuestra raíz, que es de donde yo salgo y busco. Mi raíz es andaluza.

--¿Qué queda de la niña que empezó hace 20 años en el cuadro de danza Contrastes?

--La ilusión. Son ya 20 años en los que se madura y pierden miedos, pero la timidez y la ilusión siguen siendo iguales.

--Su apuesta más reciente es un disco con una orquesta sinfónica. ¿Cómo se atreve en estos tiempos en que se hace uno casi sin salir de casa?

--(Risas) Nace de un espectáculo con sinfónicas de cada ciudad. Busco como excusa grandes canciones de mi vida. Llevo las raíces que buscaba en la música popular y mis canciones a algo más alto como la clásica.

--¿Qué le ha aportado?

--He encontrado nuevos registros al cantar con una sinfónica. Es una responsabilidad muy grande y hace diez años no habría sido capaz. El espectáculo mezcla hermosura y ternura.

--¿De qué hay que cantar en esta época en la que tanto se repite la palabra crisis?

--De esperanza, de cosas hermosas, de crisis y realidad. Hay que darle al público autenticidad y verdad. La gente está harta de tanta superficialidad y mentira.

--¿El mercado de la música se parece en algo al que conoció?

--Antes se vivía de la venta de los discos y los derechos. Ahora es una utopía. Vivimos del directo. Hay que reeducar a la gente. Algo hay que pagar porque si no los artistas van a desaparecer.

--¿A qué maestro de la copla le gustaría haber conocido?

--A Rafael de León porque fue uno de los grandes poetas. En la transición se le menospreció al escribir copla. Fue supergeneroso y ayudó a salir a muchos artistas.

--¿Qué es la copla?

--Necesita otra denominación, como hicieron con la canción protesta, que ahora llaman canción de autor. Todavía se piensa en la peineta, la bata de cola y en pena, penita, pena.

--¿Cuál fue su último descubrimiento como espectadora?

--Tony Zenet. Es un showman maravilloso. Me encanta cómo se defiende en el escenario.

--Dígame qué le provoca cada uno de estos nombres...

--Amancio Prada: Agradecimiento y aprendizaje.

--Rosa León: Un gran cariño y mucho agradecimiento.

--Carlos Cano: Es el maestro y me dejó un legado.

--Antonio Gala: Mi poesía, mi tío, mi padre y mi amigo.

--El mar de Cádiz: Mi inspiración y mi cobijo.