El martes leímos dos comunicados que harán historia. El de Saponi debía estar escrito con sangre y daba noticias de una derrota: El ´proyecto Carmelitas´ no irá a pleno. Es la consecuencia de una mala gestión que ha dejado un cadáver, el de Cancho, que ha ganado la batalla después de muerto. El segundo procedía de la permanente de la ejecutiva regional socialista. Era un trágala que intentaba una vuelta atrás sin contradecir a Ibarra en la letra, una vez que fueron conscientes de que iban a apoyar lo que Heras presenta como una ilegalidad. El grupo municipal socialista le ha ganado la partida a Saponi y a Ibarra, y a alguien más, con el peso que dan las leyes. Una vez leídos entramos en una situación de tranquilidad y sensatez.

Puesto que todos tenemos por una buena noticia que se instale la empresa en Cáceres y los políticos desean apuntarse este tanto, quizás comience una carrera para ver quién es el primero que logra el sí de las Carmelitas ante esta pregunta: ¿Quieren ustedes negociar con El Corte Inglés directamente, para hacer colegio y centro comercial? El sí quiero significa un buen futuro para la ciudad y para la congregación. El no lleva una explicación: Pues se quedan ustedes como están por los siglos de los siglos amén.

Puesto que no son monjas de clausura, extraña su silencio. ¿O es que no tienen nada que decir acerca de las leyes, los pelotazos, las plusvalías y el modelo de ciudad que prefieren? Y, si no aceptan la oferta, la ciudad es tan grande como para poder ofrecer otros muchos lugares golosos, pero no tanto como para que estos estén alejados del centro. Hasta ahora nada se ha perdido. Ahora todo debe hacerse con más cabeza.