El Club Ciclista Cacereño, colectivo que se fundó hace cuarenta años y que organiza la gran mayoría de las pruebas que se celebran en la provincia, considera que el sistema de bicicletas públicas que quiere poner en marcha el ayuntamiento el próximo año "será un éxito con seguridad", y solicita que se refuerce tal empuje al ciclismo urbano con la construcción de más carriles-bici. Su presidente, Ignacio Soler, no solo se ha convertido en el principal impulsor de este sistema, sino que además tiene previsto reunirse en breve con el edil de Tráfico para proponerle la ampliación de los trayectos destinados a las dos ruedas, que llegarían desde la Cruz hasta el ferial y Nuevo Cáceres.

El servicio público comenzará con cien bicicletas y seis paradas que cubrirán la ciudad de norte a sur. En ellas, los usuarios cogerán o dejarán sus bicis mediante una tarjeta de abono que llevará una banda magnética. "En otras ciudades funciona y Cáceres no tiene por qué ser menos. Creo que estamos ante una de las mejores iniciativas que se han proyectado, resultará un exitazo y al final habrá más usuarios que bicicletas", señala Ignacio Soler, que lleva tiempo defendiendo dicha propuesta y ahora asesora al ayuntamiento para su puesta en marcha.

Movido por esta confianza, Soler considera que el sistema debería ampliarse a la mayoría de los barrios posibles, a medida que se pueda, "porque serán precisamente los residentes de las zonas alejadas quienes más utilicen el servicio". En el mismo sentido, cree necesario un aumento de los carriles-bicis, de tal manera que a los ya existentes (ronda norte, Ruta de la Plata, parque del Rodeo...) y a los que vertebrarán las paradas de las nuevas bicis públicas, también se sume otro trayecto de entre diez y quince kilómetros por el oeste y el sur. "El ayuntamiento nos ha pedido una propuesta, y creemos que es la más acertada", explica el presidente del club.

Este trazado, con un carril de 1,5 metros de ancho, partiría de la avenida de Alemania y al llegar a la estación de Renfe se desviaría hasta la zona de las grandes superficies por la variante de la N-630. Posteriormente volvería por la misma vía a la estación de ferrocarril y tendría continuidad hacia el ferial por la N-630. A continuación regresaría por el otro sentido hasta Nuevo Cáceres, donde ya enlazaría con el carril-bici del entorno del parque del Sepei. "Hay espacio suficiente para construirlo y sería una opción bastante interesante", indica Ignacio Soler, quien también propone que en las calles de la ciudad, donde no hay espacio para habilitar más carriles de este tipo, "al menos se instalen placas que recuerden que circulan bicicletas".