La cofradía del Humilladero, hermandad cacereña con seis siglos de historia --fue fundada en 1584--, tiene desde ayer "un nuevo referente". Así define su mayordomo, Luis Jiménez Pulido, la casa de hermandad con la que cuentan desde ayer en Llopis Ivorra, un local que la Asociación Benéfica Constructora Virgen de Guadalupe les ha cedido en usufructo y por 15 años "y que se convertirá en un auténtico punto de referencia para los cofrades, un lugar donde acudir, donde realizar actividades, donde estar más unidos aún", señaló a este diario Jiménez Pulido.

Y es que esta hermandad, que integran ya 450 hermanos cofrades, necesitaba ya un lugar donde poder reunirse, centralizar sus archivos, guardar sus ornamentos procesionales... "que ahora tenemos repartidos por muy diferentes lugares".

La inauguración de su casa de hermandad, en la calle Cuba 5, fue uno de los actos con los que esta cofradía celebró su fiesta principal, la Festividad del Cristo del Humilladero. Esta tuvo lugar a las ocho de la tarde, y tras la misma, en el templo parroquial del Espíritu Santo, se celebró la Eucarística, durante la cual se realizaron otros dos actos "muy importantes" para la cofradía: su hermanamiento con la Hermandad del Cristo Negro y el nombramiento de hermanos de honor de la cofradía a la policía local, Caja de Extremadura y a la obra social de Caja Duero.

El hermanamiento con el Cristo Negro es, recordó Luis Jiménez, el cuarto que realizan. Antes, en 1999, el Humilladero se hermanó con la hermandad del mismo nombre de la localidad de Torremocha; en el 2004 lo hizo con la de Jesús de la Inspiración; y en el 2005 con la del Cristo del Amor. En cuanto al nombramiento de hermanos de honor, con el que esta hermandad distingue a quienes de alguna forma les apoyan, el mayordomo señaló que son ya seis, pues los tres de ayer se suman a la Institución Javier Téllez, José María Saponi y la Asociación Benéfica Virgen de Guadalupe.