Unanimidad. Las once hermandades penitenciales cacereñas mostraron ayer su firme adhesión a la Unión de Cofradías, tras la polémica creada al conocerse la escisión de la Sagrada Cena por las diferencias surgidas hace años (el día 10 dejó de ser penitencial para convertirse en sacramental, y se separó de la agrupación). Responsables del resto de cofradías expresaron ayer a este diario su vinculación al colectivo, lamentaron la imagen que ha podido forjarse el ciudadano y destacaron el buen ambiente que, aseguran, siempre han mantenido.

"No sólo estamos los mayordomos, sino miles de cofrades, y entre todos reina la más absoluta armonía, compañerismo y en muchos casos verdadera amistad personal. Nunca hay disputas. Si existe algún roce, como es lógico, lo hablamos rápidamente y se zanja", dijo ayer el mayordomo del Nazareno, César García.

El responsable del Amparo, Juan Narciso, resumió el sentimiento general: "No queremos polémicas, no va con nuestro talante. Si otros se excluyen, no podemos hacer nada, pero debe quedar claro que tenemos muy buena relación entre nosotros". También Antonio Pablo, hermano mayor del Humilladero, se mostró sorprendido: "Me disgusta oír hablar de persecuciones. Todos hemos sido invitados a las reuniones y actividades".

Los cofrades reiteraron que la Sagrada Cena no acude a ningún acto de la unión desde hace dos años, y que tampoco asistió al encuentro para organizar la procesión magna. Según cuentan, sólo envió un papel indicando el paso que sacaría a la calle y la hora, mientras que el resto acordó las imágenes que procesionaría para expresar la secuencia de la Pasión. De hecho, dos cofradías, el Amparo y Estudiantes, llevarán pasos de otras dos hermandades, Vera Cruz y Nazareno, para ajustarse a este orden. "Hay una buena unión. No tenemos nada contra nadie", señaló ayer Manuel Pedro Floriano, de la Vera Cruz, que cederá uno de sus pasos, la Oración del Huerto (1899), a los Estudiantes.

"Yo no he visto ninguna guerra, al contrario: todos tenemos las mismas posibilidades", explicó Jesús Brazales, mayordomo de la cofradía de Jesús de la Expiración. "Es tan estrecha la relación entre cofradías que nos prestamos horquillas, faroles... Si alguna tiene necesidades, recibe del resto ayuda material o económica. No hay grietas, nadie se tira los trastos a la cabeza", explicó Ignacio Blanco, de la hermandad de las Batallas.

"NOS DUELE LO OCURRIDO" "No hay diferencias entre nosotros, al contrario, existe apoyo", indicó Ricardo Galán, de la cofradía de la Soledad. "Nos duele bastante lo que ha ocurrido. La prueba del buen ambiente que tenemos es la programación conjunta. La procesión magna, especialmente complicada, se está preparando con una coordinación notable", agregó Manuel Martín Cisneros, de los Ramos. "Creo que intentamos ser humildes, como corresponde a lo que representamos, y me consta que se ha intentado hacer todo bien", añadió M Rosa Gómez, de la hermandad del Amor.

"Nosotros opinamos igual que el resto: no hay ninguna discrepancia, al contrario, apoyo en todos los sentido si alguien lo precisa", indicó Mariano Mariño, de la cofradía de Los Estudiantes.