Los cacereños que acuden a llenar sus garrafas a Fuente Fría habitualmente tienen que esperar desde hace una semana más tiempo para llevarse el agua. El motivo es que a ellos se han sumado una minoría de vecinos que prefieren, de momento, beber de esta fuente y no del grifo. "Fuente Fría está ahora a tope", describe el presidente de la Asociación de Vecinos de San Francisco, Juan Burgos, quien añade que la imagen de decenas de personas alrededor de la fuente con botellas recuerda "a como se pone en el verano, a pesar de lo sucio que está el entorno".

Los que suelen ir a buscar agua a este lugar confirman que en los últimos días hay cola para llenar las garrafas. "Hay veces que se juntan 50 o 60 garrafas y no te puedes esperar", dicen.

Los cacereños van a buscar el agua en coche o provistos de carritos de la compra y, según comentan los que llevan bebiendo toda la vida de Fuente Fría, ha sido por las noticias sobre la potabilidad por lo que han optado por este agua.

Canal de Isabel II advierte que se trata de un agua que no tiene controles sanitarios por lo que no se sabe si se están filtrando a este manantial residuos de las edificaciones de la zona de la Montaña.