Miles de personas han visitado este fin de semana a la Virgen de la Montaña, patrona de la ciudad, que permanecerá hasta el domingo en la concatedral de Santa María con motivo de su novenario. El trasiego ha sido continuo desde las ocho de la mañana hasta medianoche, y en algunos momentos se han registrado incluso colas para acceder al interior del templo.

"El tiempo acompaña después de la bajada tan accidentada. Están llegando numerosas personas de Cáceres y los municipios del entorno, donde hay muchos devotos", explica Francisco Javier Acedo, vicemayordomo de la cofradía. La Virgen lucía ayer un manto de raso blanco bordado en hilo dorado, cuajado de flores y pedrería, con puntilla y flecos de canutillo de oro. Fue realizado en los talleres de Santa Rufina de Madrid y donado en 1994 por la familia González Luengo.