La Asociación Cacereña de Extranjeros impulsa la creación de empresas en la ciudad para inmigrantes. El primer proyecto ya en marcha tiene que ver con la implantación de energías alternativas, para el montaje de instalaciones y la formación de técnicos, según afirmó el vicepresidente de este colectivo, Horacio Daza. La asociación, con más de 200 miembros, agrupa principalmente a bolivianos, colombianos, ecuatorianos y africanos, y tiene como sede la parroquia Virgen de Guadalupe el segundo domingo de mes a las 18 horas y a diario el paseo de Cánovas.

La empresa de energías alternativas se plantea para cubrir la demanda existente de técnicos en este tipo de energías, explicó su responsable. En el proyecto también participan españoles y está en fase de ejecución. Para ello, Daza propuso que la asociación pueda participar en planes de formación y gestionar fondos destinados por la administración a cursos para inmigrantes.

Los principales proyectos de la asociación para este año se centran también en lograr un local para una guardería en la que puedan ser atendidos los niños de trabajadores inmigrantes. Aunque Cáritas mantiene abierta unas instalaciones en la calle San Ignacio, Daza explicó que los horarios son limitados y que la idea de la asociación es que la nueva guardería fuera atendida por personal inmigrante y estuviera abierta todo el día.

Asimismo, el colectivo presta asesoramiento a los extranjeros que se instalan en la capital cacereña para que puedan encontrar trabajo y regularizar su situación. En este sentido, este portavoz destacó la colaboración prestada por el subdelegado del Gobierno, Fernando Solís, para analizar "caso por caso" e hizo hincapié en el incremento del contingente de bolivianos llegados a la capital cacereña. "El subdelegado se ha volcado con la asociación, estudiando los casos para ver si cumplen la ley", dijo.

CONTRATOS VERBALES Sin embargo, la asociación denunció que se siguen produciendo abusos a inmigrantes en el mercado laboral, ya que se realizan contratos "verbales" con menor salario. Los principales sectores son el servicio doméstico y el cuidado de personas mayores. Daza propuso que se firmen contratos para que los inmigrantes puedan cobrar el salario mínimo.

Asimismo, indicó que la problemática para los extranjeros ha cambiado en el último año, tras el proceso extraordinario de regularización que consideró muy positivo para que haya aflorado el empleo sumergido: "Hace un año la prioridad eran los papeles. Ahora es la reivindicación laboral porque hay mucha gente trabajando sin saber que hay un salario mínimo para los trabajadores del hogar".