No siempre el cliente queda satisfecho, ni siquiera a los que les sale gratis el abogado. El colegio recibió 49 quejas por la labor desarrollada, aunque la junta de gobierno desestimó la mayoría. "No por corporativismo", explicó el decano, sino porque casi siempre "carecen de fundamento". "Suelen ser personas que pierden juicios o demandas y que echan la culpa al abogado", aseguró. Sí se abrieron cuatro expedientes disciplinarios, aunque no se concretó en qué se basaron.

Las minutas con los honorarios de los letrados también provocan diferencias de criterios. Así llegaron a la Comisión de Honorarios del colegio 116 impugnaciones de facturas por los servicios prestados por abogados cacereños el año pasado, de las que el decano estimó que el 50% fueron realmente impugnadas. En el 2006, se presentaron 105 impugnaciones. Carmelo Gascón aseguró que la mayoría de estos casos no se debieron a una actuación de "mala fe" de los letrados, sino a diferencias en las valoraciones económicas de los procedimientos.