Diego tiene 6 años y está encantado con su nuevo colegio: "Tiene un patio grande para jugar al pilla-pilla ". A Sara le gusta sobre todo ir al gimnasio: "Es muy, muy guapo". Pero ayer no hicieron ni una cosa ni la otra, porque el centro se llenó de señores con corbatas, señoras con tacones y periodistas que les formularon muchas preguntas y les invitaron a un acto muy serio. Sergio, alumno de Primaria, se asustó cuando el mismísimo presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, le invitó al atril para que diera por inaugurado el centro. "¡No!", contestó al instante entre las risas de los asistentes, pero la insistencia del presidente le convenció: "Anda, ven, que yo te cuento al oído todo lo que tienes que decir...".

De este modo, y en medio de un acto muy concurrido con representantes de la Junta, la diputación, el ayuntamiento, la administración educativa, los sindicatos de enseñanza, directores, docentes y padres, se inauguró ayer el que de momento se denomina Colegio Público Número 16, situado en el sector dos de Mejostilla, un centro largamente esperado por el volumen de niños que registra el barrio y que había colapsado los colegios adyacentes. Ahora solo falta el nombre, pero el claustro ha abierto un buzón (cplamejostillagmail.com ) para que padres, alumnos y profesores puedan aportar sugerencias. "Ya hemos recibido más de 50 propuestas", explicó ayer el jefe de estudios.

El presidente de la Junta llevó el peso del acto con un discurso emotivo. "En la vida hay olores que nos acompañan, y aquí me ha vuelto a oler a escuela, a mezcla de niño, tiza, lápiz y papel. Esto representa algo muy importante, porque una urbanización no se convierte en barrio por decreto ley, sino cuando pasa a ser un espacio de convivencia. Y para ello, además de casas, debe haber especialmente un colegio. Junto con Mercadona o el centro de salud, dan sensación de pertenencia", dijo.

Vara insistió en que "el barrio, la familia y la escuela son transmisoras de valores y deben dar mensajes homogéneos". Y en este contexto destacó el peso de las aulas: "Si yo creo que algo es importante por encima de cualquier cosa, es la educación".

Por su parte, la alcaldesa, Carmen Heras, recordó que el ayuntamiento "cumplirá con sus obligaciones de conservación y mantenimiento de estos centros. Aunque el presupuesto no puede estirarse, a los colegios hay que mimarlos". También destacó el valor de la enseñanza "porque nivela los orígenes y sin ella no somos nada", y pidió a los maestros que no pierdan su ilusión "pese a las dificultades".

El jefe de estudios y la directora del centro, Rosa Valle, agradecieron las "facilidades" de la administración y se comprometieron a gestionarlo bajo dos principios: "equidad y calidad educativa". Al acto también acudió el presidente de la diputación, Juan Andrés Tovar, y la consejera de Educación, Eva M Pérez.

El colegio, construido sobre una hectárea con 2 millones de euros, tiene gimnasio, comedor, biblioteca, aula de informática y otras dotaciones que ya utilizan 110 alumnos, aunque superarán los 400 una vez ocupadas todas las aulas.