Ya ha comenzado la obra para convertir la antigua comisaría de la Policía Nacional, en la calle Diego María Crehuet, en el nuevo colegio de veterinarios de Cáceres. La actual sede se encuentra en la avenida Virgen de la Montaña, muy cerca de la nueva ubicación, sin embargo el espacio se les quedaba ya pequeño para los más de 1.100 colegiados que tiene en estos momentos. Por esta razón el colectivo tomó la determinación de presentarse a la subasta para adquirir el edificio que durante años albergó la comisaría. Lo compraron en septiembre del 2015 por 452.011 euros. La reforma del inmueble superará los 500.000 euros y con ella se pretende revitalizar la zona y la calle en la que se ubica.

«Llevábamos tiempo buscando un sitio porque el colegio actual se ha quedado pequeño. Teníamos claro que queríamos un sitio en el centro, por eso decidimos presentarnos a la subasta. Es una inversión muy grande pero va a merecer la pena porque vamos a poder poner en marcha proyectos de futuro que tenemos en mente», indica el presidente del colegio, Juan Antonio Vicente Báez.

El proyecto ha sido realizado por el arquitecto cacereño Adrián Cancho Clemente y el arquitecto técnico Pedro de Miguel Mora. El objetivo es convertir el espacio en un edificio inteligente con luces que se encienden al paso de la gente, persianas que suben y bajan a un solo clic y luces que se apagan solas cuando el edificio se cierra. Será un espacio construido con las bases de eficiencia energética que ayudará a ahorrar en electricidad. La fachada será de color blanco con ventanas en verde, acorde al emblema corporativo del colegio de veterinarios, que lleva esos colores.

La reforma no está siendo fácil. El edificio data de 1942 y lleva cerrado cinco años, por lo que el grado de conservación del mismo era bastante bajo. Tenía muchas humedades tanto en paredes como en la cubierta que ha sido necesario arreglar antes de comenzar con los trabajos. El colegio de veterinarios espera poder inaugurarlo durante el mes de diciembre.

2.000 metros / El edificio tiene 2.000 metros cuadrados divididos en cuatro plantas, aunque por el momento el colectivo solo va a utilizar dos. En la baja se ubicará la zona de administración, una sala de reuniones con salón multiusos, un aula de formación con equipos de retransmisión en directo, un office y los aseos. Una de las novedades de este nuevo edificio será la incorporación de espacios para que sociedades, asociaciones y sindicatos veterinarios puedan ubicarse en el propio colegio. Estos espacios estarán situados en la primera planta (habrá siete oficinas para este uso).

También en la primera planta se construirá un salón de actos con superficie para 170 personas, una pequeña biblioteca y unos aseos. De la segunda planta solo se utilizará el despacho del antiguo comisario y de su secretaria. En este lugar se habilitarán tres espacios, para el presidente del colegio, el vicepresidente y la secretaria. Se ha arreglado también una terraza superior, en la que antes se ubicaban todas las instalaciones de climatización. Ahora se ha dejado diáfana para que pueda ser utilizada para futuros eventos. Desde ella se observa toda la calle Diego María Crehuet.

Y los calabozos se han convertido en un salón social (una especie de cafetería). Se encuentra en un espacio separado del resto del edificio, al que se accede tanto desde la calle como desde dentro del inmueble; aunque por el momento no se abrirá. El edificio tendrá también parking privado, ubicado en el interior, con diez plazas disponibles.