Inusual, por la hora para despertar de un sueño. ¡Las cinco de la tarde! Parece la hora de comienzo de una corrida de toros. A algunos les sacó de su sopor, el anuncio de la televisión diciendo que conectaba en directo con el Auditorio del Centro de Arte Reina Sofía de Madrid.; les sacó de ese sopor que suele invadirnos después de la comida. Expectantes, por la ilusión que el pasado lunes nos trajo la prensa al anunciarnos el aplauso del jurado a la presentación de la candidatura de Cáceres. Como un rayo pasó por las mentes de miles de cacereños un sueño catatónico de siete años de duración, y las de muchos extremeños, que en abrazo fraterno habían arrimado su sueño al nuestro en la unión esperanzada, recorriendo con nosotros la gesta del esfuerzo conjunto en busca de la gloria que toda ilusión transporta.

Mientras el español Cassinello, iba presentando el acto, nuestras mentes recorrieron a la velocidad de la luz los siete años de esperanza que había estado moviendo las voluntades de todos nosotros. Nos hizo recordar los proyectos nacidos, las obras en marcha, las esperanzas de un Cáceres que por fin podría romper el ancestral abandono a que había estado sometido por parte de todas las instituciones que nada habían hecho por nuestro desarrollo.

Nuestra esperanza e ilusión había estado moviendo el ánimo, soñando en que el AVE acercaría hasta nosotros, miles de turistas, ansiosos por conocer nuestra cultura, la realidad de la nacencia de nuestro pueblo y nuestra vida. Que Lisboa estaría ya a dos pasos con su parada en Cáceres Capital Cultural, y que nos acercaría a Europa. Que ésta, tendría la oportunidad de saber por qué estamos aquí, cómo hemos vivido y andado hasta llegar donde estamos. Que comenzaríamos a poder gozar de la audición de grandes conciertos, en el magnífico Auditorio de la ciudad, y a deleitarnos con las óperas de los grandes compositores que harían sonar el nombre de Cáceres en todo el orbe.

Y podríamos asistir junto a ellos a los mejores conciertos; y que podríamos eclipsar, al menos ese año, al que hasta ahora se organizaba en el día de Año Nuevo en Viena, con nuestro concierto de despedida del Año Cultural el 31 de diciembre. Que nuestro Palacio de Congresos albergaría los más relevantes de toda Europa. No dio mucho más tiempo a nuestros sueños cuando el presidente del comité de selección, el nombre de Cáceres ¡No lo pronunció!

No lo pronunció, pero no sabe que ¡comenzaremos juntos otra vez a soñar! Y este sueño, en nuestra mano está hacerlo real. Mientras llega el AVE, ¡no nos quejemos como plañideras! Avivemos nuestros espíritus y empecemos por exigir a Renfe que reabra la línea del tren Ruta de la Plata; que reorganice los horarios de todos los Talgos que nos unen con Madrid para que cualquier extremeño pueda ir y venir en el día a resolver los problemas que tenga con la capital de España; que nos cambie, a mejor, todo el material obsoleto en el que nos hace mal viajar, para que mientras llega este AVE tantos años soñado, Madrid, Lisboa, o el norte de España, en definitiva que no nos dejen aislado del resto de Europa, como han hecho hasta ahora.

Y este sueño debe se el acicate que no nos deje varados, que sea el motor que ponga en marcha que nuestro Auditorio acoja esas óperas y que las voces de sus intérpretes decoren el aire que sustentarán a las generaciones futuras, además de...que nuestro Palacio de Congresos, albergará los más ilustres eventos; y las Compañías de Teatro, calentarán nuestros escenarios haciendo más fácil e ilusionante, el trabajo de aficionados o profesionales de este arte, salidos, o no, de nuestra Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura.