Enfado general. Los comerciantes de la zona centro insisten en la necesidad de que el ayuntamiento mantenga reuniones con los afectados y elabore un plan de acción antes de proceder al corte del tráfico en la plaza Mayor. Si esto no se produce el sector puede llegar a realizar paros intermitentes de sus negocios, según expresó ayer la Asociación de Empresarios Pintores- Monumental. La plataforma, que se presentó oficialmente el pasado jueves con el lema El centro también es nuestro , ya ha iniciado una campaña de recogida de firmas que "está teniendo una gran aceptación", según apuntó la asociación de empresarios.

Los afectados quieren alternativas. Ayer apuntaban la posibilidad de que el consistorio estudie la construcción de un subterráneo que conecte las cuatro esquinas con la Gran Vía o la ejecución de pequeñas zonas de aparcamiento para vecinos y trabajadores del entorno. Subrayaron que el anuncio de peatonalizar la plaza Mayor se ha producido en un mes atípico y estimaron que la puesta en marcha de proyectos de este tipo "precisan del consenso de todas las partes. Si no --sentenciaron-- habrá que tomar otras medidas".

Mientras el rechazo a peatonalizar sin adoptar soluciones paralelas se hace más creciente, los datos que maneja el ayuntamiento apuntan a que el tráfico en la ciudad monumental ha descendido más de un 70% desde que el recinto intramuros se cerró hace año y medio. Sólo un mes después de la aplicación del plan municipal, 160 coches pasaban a diario por la plaza de Santa María, mientras que cuando estaba permitida la circulación lo hacían 600 al día.

Hasta ahora, la única alternativa que existe a esta medida es

el párking de Obispo Galarza, pero en la ciudad monumental no existe ningún aparcamiento público que pueda paliar la escasez de plazas actuales.

LAS ALTERNATIVAS Hasta ahora, sólo se sabe que el ayuntamiento ha aceptado mantener reuniones con los afectados. Sus alternativas pasan por habilitar un acceso por la plaza del Socorro puesto que las entradas por Gran Vía y la plaza del Duque se cerrarán. Además, se prevé aumentar el número de tarjetas hasta 600, puesto que el sistema de restricción sería el mismo que hasta ahora: la colocación de pivotes y cámaras de vídeo con interfonos conectadas al gabinete de tráfico de la policía.