Progremisa ha iniciado la rehabilitación de uno de los palacetes más representativos del estilo modernista en Cáceres. La empresa ha comenzado el montaje del andamiaje para la reforma del histórico edificio situado en la esquina de Cánovas con San Antón, frente a las Chicuelas, ocupado hasta hace dos años por el Banco Central Hispano. Las obras, con una inversión global de 300.000 euros financiada por Progemisa, su nueva propietaria, se centrarán de momento en la fachada y en la cubierta.

El objetivo es remozar el inmueble para convertirlo en uno de los enclaves comerciales más privilegiados, dada su ubicación. De hecho, la empresa lleva más de un año negociando la cesión de la planta baja a cadenas muy conocidas de moda. "Tenemos avanzadas las conversasiones con una firma española de proyección internacional, pero aún necesitamos algunos meses", explica Alfonso Jordán, director de ventas. El resto del edificio, con semisótano, cuatro plantas y ático, podría destinarse a oficinas y apartamentos, aunque no hay nada concreto a la espera de que se aclare el proyecto comercial.

El palacete fue levantado en el año 1932 por uno de los arquitectos más representativos de la época, Angel Pérez. De estilo sevillano, está cubierto por una terraza decorada con detalles ornamentales y pináculos de cerámica esmaltada traída desde la Cartuja. Cada planta tiene 350 metros cuadrados y un amplio lucernario corona la escalera. El proyecto, muy respetuoso dada las característica del edificio, será fiel a los exteriores, y los técnicos municipales han hecho especial hincapié en este aspecto.

AL DETALLE Algunas piezas de cerámicas desaparecidas se restituirán por otras sacadas de un molde idéntico. Las marquesinas de terracota deben dejarse como están, salvo algunas réplicas para cubrir las partes desprendidas. Los herrajes también se tratarán, aunque no pueden sustituirse. "Es un trabajo complejo, pero contamos con Miguel Matas, un arquitecto amante de estos edificios", indica Jordán.

Las reformas tienen un plazo de ejecución de seis meses. Según el director, no habrá que cortar el paso de los viandantes por esta acera, una de las más transitadas de la ciudad.