La cocaína es, junto al alcohol, la droga de mayor consumo en Extremadura. Ese dato por sí mismo justifica la puesta en marcha de una nueva terapia ambulatoria para los adictos a esta sustancia, la primera que se habilita en Cáceres. Bajo la denominación de programa Quercus, las terapias se desarrollarán a través del Proyecto Hombre de las diócesis cacereñas con la colaboración de la Junta de Extremadura.

El jueves empezarán las primeras terapias en la sede de Proyecto Hombre del obispado, en la calle Santo Domingo, a las que asistirán cuatro consumidores. A partir de la semana que viene, se establecerán consultas tres veces por semana, lo lunes, miércoles y viernes, y están abiertas a todas aquellas personas que lo necesiten, para lo que dispondrán de tres terapeutas.

Sonia Eleno, responsable del Proyecto Hombre en Extremadura, explicó ayer en la presentación de este nuevo programa que el perfil del consumidor o adicto a la cocaína difiere de forma importante de otros drogadictos y es "bastante engañosa", no solo para quienes la consumen sino también para su entorno, ya que al no conllevar un importante deterioro físico visible a corto plazo, como ocurre en los heroinómanos, su afección puede pasar inadvertida.

Además, esta adicción no supone el desarraigo laboral o familiar de la persona, de ahí que la terapia deba "adaptarse" a estas circunstancias en las que el afectado sigue trabajando o estudiando sin necesidad de estar internado. Por eso se ha diseñado este programa ambulatorio, en el que el adicto acude a terapia en un horario acomodado a su ritmo de vida, su trabajo o sus estudios. Para ello contará con un amplio horario a la semana.

El programa Quercus contará con la ayuda económica de la Junta de Extremadura, que aportará de momento 10.500 euros. "Se trata de diversificar las opciones terapéuticas de las drogodependencias, adaptándolas a las nuevas necesidades y perfiles de los afectados", corroboró el responsable técnico de Drogodependencias de la Junta, Quintín Montero.