El comisario jefe de la Policía Nacional, José María Villar del Saz, elogió ayer la labor "minuciosa" del grupo de investigación de la policía que ha permitido la detención de los dos individuos por las extorsiones a los constructores, un problema que reconoció ha causado "una gran alarma" en el sector empresarial. Advirtió de que la investigación no acaba aquí, sino que no lo hará hasta que se erradique esta práctica delictiva. Para ello, apuntó, se necesita la colaboración de los empresarios extorsionados o presionados para proteger sus obras. "Si ellos no denuncian o no nos lo comunican, no vamos a poder terminar con estos delincuentes", concluyó.

Empresarios denunciaron ante el subdelegado del Gobierno que esta gente les piden entre 300 y 500 euros por mantener a salvo sus obras y les amenazan con represalias si no pagan o contratan a sus guardas.