Acuden a su cafetería a desayunar, por lo que se cruzan bastante a menudo. «Son muy cafeteros. Aunque también piden algunas tostadas de jamón, mermelada... ¡Y mucha tortilla de patatas!», dice maría Jesús, camarera de la cafetería Varó. Explica los hábitos de los trabajadores que elaboran el decorado de Juego de Tronos, que han tomado el Polígono Industrial Las Arenas, en Malpartida de Cáceres. Lo hace porque el negocio donde trabaja se encuentra enfrente de estos pabellones. Negocio, además, incluido en un centro de características especiales.

«Somos un centro de apoyo a la Inclusión Social y Laboral de personas con discapacidad intelectual», describe Fran Martos, uno de los representantes de la Asociación Solidaria y de Integración El Compás, de la que habla. En Malpartida trabajan 21 integrantes del colectivo, ya que allí tienen una lavandería industrial, un servicio de mantenimiento de alojamientos y hoteles y también la cafetería citada, donde una integrante de la asociación acompaña a la camarera. «También tenemos tiendas de productos de limpieza y de patatas asadas en Cáceres», afirma Fran.

Con todo, y aunque los integrantes de la delegación ya desplazada a Malpartida no son (todavía) los actores de Juego de Tronos, los que acaparan fotos y portadas, los integrantes de la asociación, algunos de ellos amantes de la serie, ya sueñan con fotografiarse cerca de Jon Nieve o de Tyrion Lannister. «Ahora hay mucho movimiento, aunque yo todavía no he hablado con ellos», reconce María José al tiempo que termina de doblar unas mantas y de echarlas en la lavadora. «Yo me quedo con Tyrion. ¡Aquí los estoy esperando!», manifiesta Miguel.

Algunos de ellos, además, curiosean cuando los trabajadores abren las puertas de las naves que han alquilado y dejan al descubierto algunos de los elementos decorativos para la serie. «Yo he visto carros. Son de madera con las ruedas igual, de madera», recuerda Francisco. «Hemos visto muchas furgonetas que traen los decorados», dice, por su parte, Víctor Alberto.

Todavía quedan alrededor de tres semanas para que comience el rodaje definitivo. Pero, de momento, los integrantes del equipo estadounidese desplazados a Malpartida tiene dónde desayunar. «Se vive con expectación. Siempre que hay movimiento en la nave miramos a ver si sale algo del decorado...», finaliza Fran. H