El Opel Blitz del año 1952 que ha rehabilitado Antonio García es el único camión de la muestra y uno de los dos que ya ha rehabilitado aficionado entregado a los camiones antiguos. "Ya no puedo coleccionar más porque no tengo más sitio en la cochera", explica.

Aún así, ahora está con un coche modelo Citroën tiburón . "Pero a mi me gustan los camiones, de hecho con este me voy lo mismo a Salamanca que a Portugal", explica. Antes de jubilarse, García era transportista "y tanto mi padre como mi abuelo tuvieron camión", de ahí su afición por estos vehículos. "Aunque todos camiones de mi familia acabaron en el desguace", se lamenta.

Como sus compañeros de afición, destaca que "es cara porque quienes te proporcionan los coches o las piezas saben que es un capricho y lo pagas bien". Y al igual que ellos no lamentá haber invertido unos 7.000 euros que este camión.