"Este año ha sido el mejor novenario de la historia hasta el año que viene, que será mejor, seguro", declara Joaquín Floriano, presidente de la Real Cofradía de la Virgen de la Montaña. En su opinión, "la gente se está volcando porque la patrona se vuelca con todos los cacereños y ahora ellos quieren demostrarle su amor". El presidente prefiere no destacar ningún momento de estos nueve días porque "es un conjunto que sobresale por encima de cualquiera de sus partes".

Las cifras, como las emociones, también han sido grandes. El número de niños presentados a la Virgen ha superado en cerca de cien a los bebés que acudieron el año anterior; en una sola jornada, la Hermandad de Donantes de Sangre ha reunido 87 bolsas de plasma y el Banco de Alimentos, ha recogido, al cierre de esta edición, 2.700 kilos de comida no perecedera. Hasta las nueve de la noche de ayer, habían desfilado 35.000 personas para besar el manto de la virgen. "Hemos impreso 40.000 estampas, todo puede ser que nos quedemos cortos", declara Floriano. Ayer por la tarde, el manto de la patrona visitó el Centro Penitenciario y es que como bien señalaba un voluntario "la virgen no hace distinciones".

EL REGRESO "Una verdad está escrita: todo siempre es distinto, aunque siempre se repita", Floriano, parafrasea a Rafael de Penagos para hablar de la procesión de hoy, del regreso de la patrona a su santuario. La procesión saldrá de la concatedral a las 9 de la mañana y seis son los lugares imprescindibles en su recorrido: El convento de Santa Clara, la Fuente Nueva, Santa Carlota, Fuente Concejo, el Barrio de San Marquino y la Ermita del Amparo. A estos seis puntos se une este año, además, el puente de San Francisco donde hay reservada alguna sorpresa.