Por un delito continuado de abuso sexual a una menor, la Audiencia ha condenado a ocho años de prisión a Antonio N. C., un alemán de 34 años y residente en Plasencia que hace dos años fue detenido por abusar durante más de cuatro años de la hija de su compañera.

Además, la sentencia recoge que deberá indemnizar a su víctima con 25.000 euros por el daño moral sufrido, y pagarle el tratamiento psicológico necesario para paliar las secuelas psicológicas que presenta.

El tribunal que el pasado 27 de septiembre juzgó a Antonio N. C., considera "plenamente acreditados" los hechos que su víctima se atrevió a denunciar el 22 de noviembre del 2002, cuando contaba 14 años. Relató los abusos de quien para ella era como su padre, pues comenzó a convivir con su madre cuando contaba tan sólo 4 años, "y constituían un núcleo familiar donde la relación se acomodaba a los parámetros sociales de una familia, naciendo posteriormente otra niña, hija de esta pareja".

Según consta en la sentencia, "se declaran como hechos probados" que el procesado comenzó a abusar de la pequeña cuando tenía 10 años. Primero, y durante tres años, fueron diferentes tocamientos, pero cuando contaba 13 años llegó a penetrarla, "lo que volvería a hacer en diferentes ocasiones y lugares...".

Los abusos se prolongaron hasta que el 22 de noviembre del 2002 su víctima "decidió exponer los hechos a una profesora del instituto donde estudiaba".

LAS PRUEBAS Aunque por parte del procesado se mantuvo en el juicio que sólo se produjeron tocamientos, y que éstos fueron consentidos, para el tribunal su declaración "no resulta creíble", mientras que la de su víctima, que actualmente tiene 16 años, se califica en el fallo judicial de "plenamente consistente".

Además, se añade, "a la declaración de la víctima se suman los informes ginecológicos, que acreditan la penetración".

Pese a todo, la defensa, que ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Supremo, "negó la existencia de abuso sexual con acceso carnal, y reconoció la existencia de abusos sexuales sin acceso carnal", delito por el que pidió para el acusado una pena de un año de prisión por considerar de aplicación algunas atenuantes, como trastorno de la personalidad o arrepentimiento, que la Sala no ha considerado.

El fiscal, por su parte, imputó al acusado un "delito continuado de abuso sexual con acceso carnal", y solicitó una pena de 10 años de prisión y el pago de 60.000 euros a su víctima.