El pago de una multa de 2.040 euros es la pena que el Juzgado de lo Penal ha impuesto a un joven de 22 años que el 14 de septiembre fingió que había sido secuestrado --llegó a denunciarlo-- para evitar que su novia supiera que la noche anterior había estado en Casar de Cáceres, donde reside su exnovia.