El presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), Juan Carlos de Cea, reconoció ayer que «habría que desistir» del proyecto de suministrar agua a Cáceres con un trasvase desde el embalse de Portaje y el canal del Alagón, que a su vez se abastece del embalse de Gabriel y Galán. Es la primera vez que desde el órgano gestor de la cuenca se admite que el proyecto, cuya obra se adjudicó en 2007, podría suspenderse. De Cea habló de esta posibilidad a preguntas de este diario sobre si se tendría que desistir de Portaje si finalmente el Ministerio de Fomento no autoriza que la conducción pase por los puentes de la A-66 para salvar los ríos Tajo y Almonte. «Claro, habría que desistir», contestó.

Que la conducción pase por los dos viaductos es la única alternativa que le queda a la Confederación Hidrográfica del Tajo para que el trasvase se pueda terminar. En esta obra «ya se llevan invertidos unos 50 millones de euros en números redondos», comentó De Cea, que explicó que el pase de los dos ríos es lo que queda por ejecutar de una conducción de 78 kilómetros que tiene que comunicar el canal del Alagón con el embalse del Guadiloba.

De Cea defendió la viabilidad de que la tubería pueda pasar por los dos puentes. «Por supuesto que es viable el paso de la tubería por los viaductos, los proyectistas a los que hemos consultado nos han dicho que es viable», afirmó el presidente de la Confederación. José Manuel Blanco, ingeniero jefe de Demarcación de Carreteras en Extremadura, aseguró el pasado lunes que la solución de que la conducción pase por los dos puentes es «una cuestión técnicamente muy compleja». De Cea reiteró que la única alternativa en la que trabaja la Confederación para el abastecimiento futuro a la ciudad «es terminar la obra de Portaje» y anunció que se entregará en Fomento la documentación requerida por este ministerio para valorar si es viable que la conducción pase por los dos puentes.

De Cea participó ayer en unas jornadas sobre la seguridad en presas. Durante su intervención en la jornada, la alcaldesa, Elena Nevado, pidió públicamente a De Cea que se busquen alternativas a Portaje y reiteró su rechazo a este trasvase porque se trae el agua «de 80 kilómetros lo que puede poner en riesgo el abastecimiento si hay una rotura» y porque su coste se acabaría repercutiendo a los cacereños. De Cea recordó ayer que la legislación de aguas establece que quienes se benefician «de las obras realizadas por el Estado están obligados a satisfacer una tarifa o canon y habrá que hacerlo».