El proyecto de la nueva presa para el abastecimiento a Cáceres sigue su trámite administrativo para su aprobación y, hasta ahora, no está afectado por el anuncio de José Luis Rodríguez Zapatero de que el Gobierno revisará el Plan Hidrológico Nacional. El alcalde, José María Saponi, expresó el pasado viernes su preocupación de que el proyecto se ralentice. El secretario provincial del PSOE, Juan Ramón Ferreira, manifestó que el nuevo Gobierno dará "el necesario impulso para que este tipo de infraestructuras se lleven a cabo".

Saponi aludió al contenido de la memoria-resumen del proyecto sobre las obras necesarias para garantizar el abastecimiento de agua a Cáceres para remarcar la urgencia de la nueva presa, y comentar su temor a que se produzcan retrasos. En este documento se hace referencia a un estudio de la Confederación Hidrográfica del Tajo de 1995 en el que se apunta la imposibilidad de satisfacer las demandas asociadas al embalse del Guadiloba en el horizonte del año 2012.

En la memoria también se menciona que el Plan Hidrológico del Tajo establece la necesidad de consolidar el abastecimiento a Cáceres en el horizonte del 2002. Sin embargo, esta intervención continúa en la fase de aprobación del proyecto.

EL PASO SIGUIENTE Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Tajo aseguraron que el proyecto de la nueva presa "está elaborado" y que "se está supervisando". El siguiente paso será remitirlo "al Ministerio de Medio Ambiente", apuntaron las fuentes citadas, para su posterior publicación en el Boletín Oficial del Estado. La Confederación ha trabajado en cuatro posibles ubicaciones para la presa, pero el pasado septiembre se anunció desde el ayuntamiento que la opción elegida es la Almonte-Monroy, y en ese momento ya se detallaron las principales características del emplazamiento y de la presa, que doblaría la capacidad de la del Guadiloba, cuya continuidad, para complementar el nuevo abastecimiento, se prevé en los estudios previos.

El anuncio de la elección de la opción Almonte-Monroy originó la creación de una plataforma, que cuenta con la participación de colectivos ecologistas, que es contraria a que la presa se construya en el río Almonte por tratarse del único gran ecosistema fluvial extremeño cuyas aguas aún no han sido alteradas.