Los responsables municipales están dispuestos a ser muy duros con la venta ilegal en la ciudad. Así lo aseguró ayer a EL PERIODICO el concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Santos Parra, que ha puesto en marcha unas fuertes medidas de control en el mercado franco.

Este dispositivo especial de vigilancia tuvo como resultado la incautación en el mercadillo del pasado miércoles de más de mil prendas robadas o falsificadas.

Entre la mercancía intervenida cabe destacar un total de 846 prendas interiores, 140 camisas de señora, 188 cintas de cassette, 80 relojes, 35 gafas, además de prismáticos, agendas, linternas, mandos a distancia, jerseys falsificados de la marca Lacoste...

Fueron siete los puestos de venta ambulante que se levantaron "por ilegales". Carecían del correspondiente permiso municipal y en algunos se vendía mercancía "de la que los vendedores, en su mayoría de nacionalidad portuguesa o marroquí, no pudieron acreditar su procedencia".

Al dispositivo especial de vigilancia en el mercado franco se suma también un mayor control sobre la venta ambulante de fruta "que está dando muy buenos resultados, tanto en el propio mercadillo como en las calles de la ciudad", señaló el concejal.

Parra indicó que en los últimos días han sido mínimas las intervenciones de la policía en este sentido, "pues cada vez son menos las personas que acuden a Cáceres a vender fruta en las calles o en puestos ilegales".

Son medidas que, según el concejal, se hacían necesarias "para dar mayor seguridad a los ciudadanos", y en las que se seguirá incidiendo "con contundencia".