En contrade la huelga

Como trabajador de la diputación no me solidarizo con mis compañeros bomberos. Me parece que exageran en su vehemencia a la hora de reivindicar sus problemas laborales. Este año quieren una subida salarial de 450 euros para los 160 bomberos. Los demás trabajadores también queremos que nos suban el sueldo y nos gustaría que se hiciera una catalogación de los puestos de trabajo justa y equitativa. Para todos. Puede que todos los trabajadores no apaguemos fuego, pero realizamos trabajos que redundan en el bienestar de los ciudadanos de la provincia.

Deben entender que la diputación tiene presupuestos limitados y que los demás también tenemos derecho a un puesto digno y, si no, que se lo pregunten a los trabajadores de la Waechtersbach. Les doy la razón en que los políticos lo tienen facilísimo para subirse el sueldo. Pero tienen que recordar que los bomberos se presentaron a unas oposiciones y no a unas elecciones.

RAMON SANCHEZ SANCHEZ. Cáceres

De las hijasde un bombero

Nuestro padre es bombero y llevamos muchos días sin verle porque está defendiendo sus derechos como trabajador, aunque sea a costa de su salud. Los señores de la diputación están diciendo muchas mentiras sobre ellos, pero nuestro padre no duerme en casa todas las noches como los papás de otros niños, ni come con nosotras. Sabemos cuándo se va pero no cuándo volverá. Trabaja en situaciones de mucho peligro y en muy malas condiciones. Ellos nos protegen a todos sin estar ellos protegidos.

¿Por qué los políticos ganan mucho dinero por estar en sus despachos sentados en una silla, mientras que a los bomberos les pagan poco por arriesgar su vida? Estamos muy orgullosas de nuestro padre y sus compañeros. Son unos valientes porque están luchando por mejorar una situación injusta. Un beso y muchos ánimos. ¡Lo conseguiréis!

JARA Y ALBA MATEOS. Plasencia.

De un trabajadorde la diputación

Cuando se negociaba la revisión de la relación de puestos de trabajo decenas de compañeros del Sepei se apostaron ante la sala donde sindicatos y corporación negociaban presionándoles. Lo que más o lo único que se oía era una subida de golpe de 450 euros. Ya han logrado esas principales reivindicaciones supuestas de mejoras en medios y, de paso, subirse de golpe 220 euros.

El conflicto sigue a por los 230 restantes y a por el ascenso automático. Lo más grave de su actuación es haber conseguido romper un logro histórico de los trabajadores: la negociación colectiva y eliminar la capacidad y el mérito de la carrera profesional al conseguir el acceso a superior categoría profesional, no por méritos y pruebas selectivas, sino jugando con la seguridad de la ciudadanía. Los demás también somos trabajadores, ni mejores ni peores, en el puesto al que optamos y por el que superamos pruebas, y presentaremos nuestras reclamaciones laborales, que las tenemos, en los cauces que la democracia permite.

CARLOS ROMANO GARCIA. Cáceres.