Un juicio celebrado el 4 de noviembre por la denuncia de un vendedor ambulante contra agentes de la policía local encendió la mecha de un conflicto que dura más de 10 días. La decisión del edil Santos Parra de reforzar la vigilancia en el mercadillo del miércoles provocó la protesta de los sindicatos por incorporar a tres agentes que disfrutaban de libranza y que fueron cambiados del turno de tarde al de mañana.