La saturación de las prisiones extremeñas es "preocupante", según las conclusiones del IV Congreso sobre el Estado de los Derechos Humanos en Extremadura, que añaden que parte del aumento de la población reclusa se debe al ingreso en prisión de cada vez un mayor número de personas por delitos relacionados con la adición a las drogas.

Según ha informado el portavoz del Centro de Investigación en Derechos Humanos (Cidhex), Rubén Tejedor, el número de presos existente a principios de este mes ascendía a 370 en Cáceres y a 759 en Badajoz, mientras que el número recomendable es 359 en el centro penitenciario cacereño y 507 en el pacense. Tejedor recordó que cerca de un 70% de los ingresos en prisión están vinculados al narcotráfico.

Las conclusiones del congreso, que abordó en esta edición aspectos relacionados como la situación de las cárceles extremeñas, la prevención de drogodependencias y la reinserción social, señalan también como preocupante la situación de tres colectivos específicos dentro de la prisión, las mujeres, los jóvenes y los extranjeros.