El juicio contra el cacereño Pablo Vioque pone coto a las actividades de uno de los principales capos del narcotráfico gallego, con estrechas conexiones con los cárteles colombianos.

Nacido en Cáceres hace 50 años, se marchó de su ciudad para estudiar Derecho en Murcia. Con pocos recursos económicos, logró que le fichara un equipo de baloncesto, lo que le permitió pagarse las clases. De la mano de su cuñado, Gustavo Puceiro, entró como asesor del Banco Urquijo, mientras ocupaba un alto cargo en la Cámara de Comercio de Vilagarcía de Arousa, puesto desde el que tejería intrigas en las esferas políticas y empresariales.

Sus inicios en actividades ilícitas fue en los ochenta. Con la venta clandestina de tabaco Winston americano, muchos contrabandistas lograron enormes fortunas. Vioque se convirtió en abogado de casi todos ellos. Con un sueldo de 150.000 pesetas, el conquistador extremeño , como se le conocía en Galicia, solía pasearse por la localidad con un porsche rojo.