Por primera vez desde que se puso en marcha el Conservatorio Elemental de Danza en Cáceres, ha recibido más solicitudes de ingreso que plazas puede ofrecer. En concreto, 55 niños de entre 7 y 8 años, han solicitado cursar 1º de Danza el próximo curso 2018/2019. Sin embargo, el conservatorio oferta un total de cuarenta plazas, divididas en dos grupos, con veinte alumnos máximo por clase, lo que quiere decir que algunos de los solicitantes pueden quedarse sin un hueco.

Desde la dirección del conservatorio esperan poder absorber toda la demanda, ya que por su experiencia de otros años, hay solicitantes que no se presentan a las pruebas de acceso y otros que pasan directamente al segundo curso, ya que vienen de escuelas y academias de danza de la ciudad.

Hoy han salido las listas definitivas de solicitantes, que se tienen que enfrentar ahora a las pruebas de acceso. Para los 55 niños que quieren ingresar en 1º, la prueba es el próximo 25 de junio, mientras que las de 2º, 3º y 4º son en septiembre. Por este motivo, hasta entonces no se sabrá si los niños que no entren directamente en el primer curso en junio y pasen a lista de espera pueden acceder finalmente a una plaza o no.

La directora del Conservatorio Elemental de Danza, Amparo Lucía Jiménez Rubio, se muestra encantada con la gran demanda de los estudios de baile en la ciudad, «es una maravilla», exclama. Además, de las 55 solicitudes para el primer curso, han recibido 10 en 2º, dos en 3º y una en 4º, que se sumarán, si superan las pruebas de acceso, a los 31, 28 y 39 alumnos respectivametne que ya hay en esos cursos.

Otra de las novedades de este periodo de matriculación con respecto a otros años es el incremento en el número de solicitantes niños, en unas enseñazas donde las niñas son mayoría absoluta. De los 55 nuevos aspirantes, 5 son niños. La cifra puede parecer baja, pero no lo es si se tiene en cuenta que entre los dos grupos por curso, de 1º a 4º, que hay en el conservatorio, solo suman 6 los niños que estudian danza, frente a 124 niñas.

La directora del Conservatorio Elemental de Danza opina que la apertura el próximo curso de las enseñanzas profesionales de esta disciplina en la ciudad pueden haber contribuido al incremento este año de solicitudes de ingreso, porque «se abre un horizonte que antes no había», apunta.

Otro de los factores que contribuye a este incremento es, en opinión de Amparo Jiménez, el trabajo que realiza el claustro de profesores en fomento de la danza, «desde los planes de estudios hasta las actividades con los alumnos, dentro y fuera de nuestro horario». Además, la filosofía que impera en el conservatorio, «venimos a divertirnos y se corre la voz de que aquí hay buen rollo», comenta Jiménez. Los estudios de danza son muy exigentes, con seis horas de clase a la semana en 1º, nueve en 2º, diez en 3º y doce en 4º, «es duro, evidementemente impartimos los contenidos básicos que nos exige la ley, pero las niñas se lo pasan muy bien y los padres nos dicen que se organizan perfectamente, que ninguno suspende y, en general, no sacan notas por debajo de 9».

El conservatorio se plantea seriamente la implantación de un tercer grupo el curso 2019/2020, para absorber la creciente demanda de solicitudes, «confiamos en que se puedan apliar los espacios de los que disponemos para albergar a más gente», expone Amparo Jiménez. En ese caso, habría también que incrementar la plantilla, formada actualmente por tres profesores de danza y uno de música.